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Problemas

Sánchez ahoga al Senado: recorta el gasto de mantenimiento y lo dispara en el Congreso

El presupuesto para reparaciones, en mínimos. Las quejas por los problemas en el edificio van a más

Las obras están paralizadas en la zona de la calle Bailén a la altura del Senado / Foto: Alberto R. Roldán larazon

Pedro Sánchez no solo está tratando de vaciar al Senado de competencias (ha suprimido la capacidad de veto a los Presupuestos...), sino que también ha ahogado económicamente a la Cámara Alta durante sus seis años y medio en la Moncloa. El gasto en mantenimiento del Senado está en mínimos mientras que en el Congreso está en máximos. Tanto recorte en mantenimiento ha acabado desembocando en problemas tanto en el edificio como en el desempeño de la actividad de los funcionarios. De hecho, según ha podido saber LA RAZÓN, se han registrado problemas en el tejado de la tercera planta del Senado y, muy probablemente, se tenga que desalojar la zona en la que están ubicados los funcionarios del área de servicios económicos y del área de gobierno interior para que sean recolocados en otro espacio. No es el primer problema que registra el edificio dado que también se cayó una parte de la fachada principal que da a la Plaza Marina.

Pero esos no son los únicos problemas dado que los trabajadores tampoco pueden desempeñar sus actividades en óptimas condiciones porque hay zonas con dificultades para la conexión al wifi e, incluso, hay salas de comisión que difícilmente se puedan utilizar por falta de habilitación de audio. La situación que ha heredado el PP en la Cámara Alta tampoco parece que vaya a ser fácilmente solucionable en el corto plazo porque depende de los Presupuestos del Estado ya que las Cuentas que hay ahora en vigor son de 2023, de la época de la mayoría del PSOE.

Con Sánchez en la Moncloa, el mantenimiento del Senado ha ido a peor. Desde 2018 hasta hoy, el presupuesto del Senado para reparaciones, mantenimiento y conservación ha ido cayendo desde los 831.080 euros (último Presupuesto de Mariano Rajoy) hasta los 699.940 (último Presupuesto de Pedro Sánchez). En cambio, en el Congreso se ha pasado de los 4.495.289,59 euros en 2018 a los 6.135.200 euros. Sí es verdad que el volumen de gasto para mantenimiento y reparaciones del Congreso y del Senado es difícilmente equiparable dado que las necesidades de la Cámara Baja son mucho mayores porque hay más parlamentarios y más actividad dado que, además, tiene casi todo el peso legislativo (ninguna ley es aprobada sin el «sí» del Congreso). Sin embargo, la tendencia es lo que revela la desatención al Senado de Sánchez.

En la etapa previa a que llegara Sánchez, el gasto en mantenimiento en el Senado osciló más, ya que hubo años en los que cayó el gasto y otros en los que subió en un contexto de duras restricciones económicas por la crisis de deuda pública que heredó Rajoy de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. Rajoy, que llegó a la Moncloa en diciembre de 2011, se encontró con una crisis económica y unas arcas públicas «vacías» y eso obligó al PP a recortar gasto. Y, en este sentido, tanto el Senado como el Congreso se apretaron los cinturones y hubo tijeretazos en ambas cámaras. El presupuesto para mantenimiento del Congreso llegó a estar en 3,6 millones de euros en 2016, muy lejos de los 6,1 millones que ha alcanzado ahora con Sánchez.

Por tanto, la diferencia de gasto en mantenimiento entre el Congreso y el Senado se ha abultado en la etapa de Sánchez y eso solo es corregible si se elaboran nuevos Presupuestos. El PP tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta, pero en el año y medio de legislatura que ha transcurrido, no ha tenido margen para ejercer su autonomía presupuestaria por la debilidad parlamentaria del Gobierno para aprobar las Cuentas del Estado.