Cesión

Sánchez cede Pamplona a Bildu: ¿La sociedad navarra se está abertzalizando?

La izquierda abertzale conquista en un territorio en el que nunca ha pasado de 9 escaños

La portavoz del grupo parlamentario de EH Bildu, Laura Aznal (i), felicita a la socialista María Chivite que se ha convertido este martes en la tercera mujer en acceder a la presidencia del Gobierno de Navarra y en la primera en ostentar un segundo mandato, en este caso de manera consecutiva, que por quinta ocasión asume un representante del PSN.
La portavoz del grupo parlamentario de EH Bildu, Laura Aznal (i), felicita a la socialista María Chivite que se ha convertido este martes en la tercera mujer en acceder a la presidencia del Gobierno de Navarra y en la primera en ostentar un segundo mandato, en este caso de manera consecutiva, que por quinta ocasión asume un representante del PSN.Jesús DigesAgencia EFE

Pamplona será el territorio de más peso que EH Bildu haya conquistado en las elecciones del 28-M después de que el PP lograra sumar apoyos a otras fuerzas políticas para sacarles de algunos ayuntamientos como el de Vitoria, Durango o la diputación de Guipúzcoa.

Para la izquierda abertzale centra la comunidad foral es un territorio deseando y centra su conquista en un territorio en el que nunca han pasado de 9 escaños.

Desde hace algunos años Navarra ha ido avanzando hacia la euskaldunización. Este era uno de los deseos del nacionalismo y también una de las reivindicaciones de la banda terrorista ETA que reclamaba con su aspiraciones de lograr una Euskal Herria, es decir; la anexión de Navarra con el País Vasco.

Parece que la sociedad navarra ha ido mutando hacia una mayor radicalidad o “abertzalismo” desde que en 2015 se hiciera con el gobierno de esta comunidad, Uxue Barkos (Geroa Bai) -la marca navarra del PNV- quien gobernó en coalición con Bildu, IG y Podemos. Sabía que "el proceso no sería a corto plazo" pero aseguró que daría los pasos para que fuera calando en la sociedad poco a poco.

Pero ¿ha cambiado tanto la sociedad navarra?

Los resultados electorales desde 2007 indican que no y que lo que habría cambiado son las posiciones del Partido Socialista. Y es que de 2007 a 2023 ha ganado siempre UPN las elecciones a la comunidad foral. En 2007 obtuvo 24 escaños y el PSN, 12. (Bildu estaba ilegalizado) de manera que, si el PSOE quería, gobernaba el nacionalismo, y no fue así ya que IU sacó 12 y Nabai otros 12. En los comicios de 2011 UPN logró 19 asientos y PP, 4 que sumados hacen 23. PSN obtuvo, 9; Nabai, 8; Bildu, 7; IE, 3. Aquí, los socialistas tenían la posibilidad de tender la balanza.

En 2015 sumaban 26 escaños Gera Bai (9), Bildu (8), IE (2), Podemos (7) por lo que el PSN (7) no era necesario frente a UPN (17) y PP (2).

En 2019 hay un cambio de rumbo pero no tanto en el electorado sino en las decisiones del Partido Socialista. Navarra Suma (UPN+PP+CS) logran 20 escaños frente a PSN (11), Geroa Bai (9), Bildu (7), Podemos (2), IE (1). Con estos resultados, si el PSN de María Chivite no hubiera querido no habría pactado con los nacionalistas. Ocurre lo mismo en 2023, donde la suma de UPN (15), PP (3), Vox (2) da 20 parlamentarios frente a PSN (11), Geroa Bai (7), Bildu (9), Podemos (3). Si los socialistas hubieran querido podrían haber llegado a un pacto con UPN, algo que descartaron desde el primer momento.

Legitimación de Bildu

El politólogo Manuel Mostaza no cree que la sociedad navarra se haya abertzalizado y recuerda que UPN sigue siendo el partido más votado y, advierte, además de que el euskera “no acaba de despegar en una comunidad foral en un territorio donde "el PNV no se presenta con su propia marca" -lo hace como Geroa Bai-. Sin embargo, atribuye a este giro ideológico la legitimación de Bildu porque “permiten hacer sumas que antes eran impensables”. “No es que la sociedad navarra se haya hecho nacionalista sino que la normalización de partidos como Bildu han dado a los socialistas posibilidades de llevar a cabo otros pactos” lo que el PSOE habría visto como una "oportunidad".

Y es que Navarra es una sociedad compleja. Esto se ve en que en la zona sur de la comunidad foral la izquierda sigue siendo minoritaria, el norte sigue dominado por Bildu –al igual que Pamplona donde vuelve a tener peso- sin embargo, UPN está más homogeneizado en todo el territorio.

Históricamente el PSN quedaba siempre por detrás de UPN y no había suma posible y es Bildu la que le abre ese espacio donde “la tentación era muy fuerte para el PSOE”, destaca Mostaza con una “legitimación de la izquierda abertzale que se ha ido haciendo por fases”. “Es cuestión de tiempo que sigan avanzando” aunque, advierte de que tampoco ayuda la ruptura de los partidos de la derecha representados en UPN, PP, Cs en su día, y Vox. “El sistema de división, penaliza”.

José Antonio Pérez, Doctor en historia contemporánea y profesor en la Universidad del País Vasco, investigador del Instituto de Historia Social Valentín de Foronda y coordinador de «Historia y memoria del terrorismo en el País Vasco» destaca que a veces tendemos a establecer comparaciones, con el País Vasco pero “los navarros son bastante diferentes”. Y es que ni si quiera, el nacionalismo allí es hegemónico, porque “el PNV sigue siendo un partido minoritario. Ha tenido que meterse en Geroa Bai para poder avanzar”. Destaca cómo la sociedad está muy polarizada, “con una derecha muy dura. Ha sido UPN durante décadas muy duro en sus posiciones, con un rechazo radical en sus posicionamientos por el miedo a que le nacionalismo”. Por ello, José Antonio Pérez apunta a que, si antes el eje estaba entre nacionalismo y no nacionalismo, ahora el paradigma está entre izquierdas y derechas. Ahí se entiende lo dicho por el propio ministro Óscar Puente cuando aseguró que no estaba en contra de que en una ciudad como Pamplona gobernara una formación “progresista de izquierdas”, si acabamos considerando Bildu una formación de izquierdas.

¿Se ha abertzalizado la sociedad navarra? “No creo, la evolución del voto lo dice”. Bildu ha sido considerado siempre como el nacionalismo radical y, “roto el tabú, parece que hay barra libre para casi todo. Los que eran enemigos irreconciliables hasta ayer, una evolución a la que ha contribuido el PSOE a nivel nacional con nuevos líderes y gente que no tiene tan presente el peso de ser herederos del terrorismo” han dado la vuelta a la gobernabilidad de Navarra. Por ello, no es que haya cambiado la sociedad sino que han cambiado las alianzas y más concretamente el PSOE.