Sánchez presiona a Rivera para lograr Madrid...

Pretende que Ciudadanos se abstenga y favorezca la investidura de Gabilondo.

Fue una medida ausencia en su discurso en el Comité Federal. Pedro Sánchez evitó incluir a Ángel Gabilondo y a la Comunidad de Madrid en la enumeración de gobiernos que el PSOE recuperará tras el 24 de mayo, pero no ceja en su empeño de conseguir que su apuesta personal se una a la lista de candidatos que desalojarán al PP de las instituciones. El secretario general socialista se reunió ayer con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, para tratar el nuevo mapa de fragmentación política surgido a raíz de los comicios municipales y autonómicos y con la formación del Gobierno madrileño sobre la mesa. En la que fue su primera reunión, Sánchez advirtió a Rivera del coste político que acusaría su formación si apoyara al Partido Popular. Para apuntalar esta tesis, el líder socialista contó con una ayuda extra, la imputación de los concejales populares Salvador Victoria y Lucía Figar en el marco de la «operación Púnica» en plenas negociaciones de Ciudadanos con el PP para que Cristina Cifuentes sea la próxima presidenta de la capital. Los socialistas defienden que Madrid es el «epicentro de la corrupción» y que las nuevas formaciones tienen que propiciar un cambio de signo que ayude a la regeneración democrática. Este cambio ni siquiera requeriría una implicación total de la formación de Albert Rivera, pues sólo necesitarían que no apoyase al PP y se abstuviera, para que el PSOE con el apoyo de Podemos lograra la investidura de Ángel Gabilondo.

Los socialistas son optimistas, pero prudentes. Gabilondo reconoce que debe ser la lista más votada la que pilote las negociaciones, pero en caso de que éstas no den sus frutos entiende que se abre la veda para sumar los apoyos que le permitan ser el nuevo inquilino de la Puerta del Sol. Después de que Sánchez se reuniera con Rivera, Gabilondo hizo lo propio con su homólogo, Ignacio Aguado. El contacto entre el líder socialista y el candidato madrileño es constante, hablan a diario y el lunes coincidieron en la cena homenaje a Alfonso Guerra. El presidente de Ciudadanos trasladó a Sánchez las condiciones –aprobadas por el Comité Nacional de Pactos– que la formación exigirá para alcanzar acuerdos con cualquier formación; asumidos estos condicionantes, ambos líderes acordaron que serán los dirigentes territoriales quienes capitaneen cualquier proceso de negociación. La reunión entre Sánchez y Rivera se produjo bajo el halo de secretismo que rodea últimamente los pasos de la dirección socialista. Además de no comunicarla con antelación a la prensa, se puso la confidencialidad como condición a los interlocutores de Ciudadanos. El encuentro «se desarrolló en un clima de cordialidad», en el que compartieron sus impresiones sobre la situación política del país, con especial énfasis en la regeneración democrática.