Exteriores

Sánchez rechaza el término "rearme" utilizado por la UE: "No me gusta en absoluto"

Bruselas permitirá a los Estados miembros acogerse a una cláusula nacional de escape

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que el término rearme (en referencia al plan presentado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen) no le gusta "en absoluto". A su entrada a la reunión en la capital comunitaria con sus homólogos europeos, Sánchez ha explicado que no comparte este término y que hay que "hablar de otra manera y dirigirnos a los ciudadanos de otra manera cuando hablamos de la necesidad de mejorar la seguridad y las capacidades de Defensa". A pesar de esto, ha querido subrayar que el "salto tecnológico" que quiere realizar ahora la UE es "coherente" con la acción del Gobierno en los último siete años.

Hay que señalar que el plan Von der Leyen prioriza, sobre todo, el gasto nacional. Bruselas permitirá a los Estados miembros acogerse a una cláusula nacional de escape dentro del Pacto de Estabilidad y Crecimiento que les autorizará a saltarse los límites de las reglas fiscales europeas si invierten en Defensa. Esto significa que los países europeos no se enfrentarán a sanciones, aunque los mercados financieros podrán penalizarles con mayores tipos de interés al intentar colocar su deuda. Esta cláusula será limitada y tendrá como tope el aumento del 1,5% del PIB (desde 2021) durante los próximos cuatro años.

España quiere que esta definición de Defensa incluya otras partidas como ciberseguridad, gestión de fronteras e incluso la lucha contra el cambio climático, pero los países del Este se oponen. Fuentes diplomáticas aclaran que la propuesta de la Comisión Europea contempla que las partidas de ciberseguridad entren dentro de la categoría de bienes de doble uso y abren la puerta a negociar con Eurostat si el gasto en la protección de las fronteras también puede estar incluido.

A pesar de esto, el comisario de Competitividad, Valdis Dombrovkis, ha aguado las pretensiones de España al asegurar que es necesario evitar el "lavado de Defensa" (Defense washing) y que todos los gastos entren dentro de esta categoría.