Sánchez y Chacón se reúnen el jueves para abordar su entrada en la Ejecutiva

El PSOE celebró ayer su última Ejecutiva presidida por Alfredo Pérez Rubalcaba. Se trata de la última reunión oficial hasta el congreso extraordinario de los socialistas, que tendrá lugar el próximo fin de semana. Será entonces cuando todas las elucubraciones adquieran un nuevo cariz. Hasta ese momento, Pedro Sánchez tiene previsto dos encuentros con marcado acento catalán. Por un lado, con Miquel Iceta, con quien despachará el próximo viernes sobre qué miembros del PSC formarán parte de la nueva Ejecutiva. Se descarta, a su vez, que Iceta asuma algún cargo. Por otro lado, con Carme Chacón, con quien se verá el jueves y que previsiblemente sí tendrá un hueco en la dirección que resulte de este 39º congreso socialista. La catalana tuvo un encuentro con Sánchez –durante la cumbre del PSC del pasado sábado– del que salió «muy satisfecha».

Otros de los nombres que suenan con fuerza para la nueva cúpula de Ferraz son Cesar Luena (La Rioja); el actual secretario de Organización, Óscar López; el canario Pedro Martín; el asturiano Javier Fernández, el malagueño Miguel Ángel Heredia o Antonio Hernando. La portavocía del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados podría recaer en la valenciana Carmen Montón o en la extremeña Magdalena Valerio, dando por hecho que Soraya Rodríguez no continuará en su cargo.

Todo son, por el momento, conjeturas, pues desde el entorno de Pedro Sánchez se apunta a que aunque el nuevo secretario general recibe muchas sugerencias, todavía no ha tomado ninguna decisión en firme.

A falta de lo que suceda esta próxima semana, lo único seguro es que Eduardo Madina no estará en la nueva dirección del PSOE por decisión propia, aunque al tiempo que declinaba la oferta, pedía a Sánchez que contase con la «gente de enorme valía» que ha apoyado su proyecto. En este sentido cabe apuntar que antiguos partidarios de la candidatura del diputado vasco estarían interesados ahora en tener representación en la nueva dirección.

Y es que, el PSOE encara una semana crucial y un verano ajetreado. Los coletazos finales de la hegemonía de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del partido se escenificaron ayer en la Ejecutiva. El secretario general aún en funciones, hasta que el congreso del próximo fin de semana eleve a Pedro Sánchez a esta nueva condición, agradeció el trabajo de toda la dirección durante estos dos años y medio, y señaló que volvería a elegir a las mismas personas que le han acompañado al frente del partido. Pudo verse a un Rubalcaba visiblemente emocionado, algo poco habitual en las despedidas de las que hemos sido testigo últimamente en el Congreso o en Ferraz.

Rubalcaba que hasta ahora ha acaparado más miradas de las que le corresponderían como secretario general saliente, tuvo que compartir protagonismo en la reunión con Pedro Sánchez. El madrileño saludó, desde su condición privilegiada de líder in péctore, a los miembros de la Ejecutiva y agradeció el trabajo de su predecesor al frente de la dirección del partido, según fuentes socialistas. En concreto, Sánchez destacó dos momentos de la época de Rubalcaba al frente del PSOE, la Declaración de Granada y la Conferencia Política del pasado noviembre.

En la reunión, que se prolongó durante aproximadamente una hora, estuvo el todavía presidente del PSOE, José Antonio Griñán. También fue una jornada de despedidas para el andaluz, que dejará su cargo el próximo fin de semana. Precisamente uno de los nombres que suenan para sustituirle, Patxi López despachó ayer con Pedro Sánchez en la ronda de contactos que el madrileño está llevando a cabo con todos los líderes regionales. El ex lendakari destacó tras su reunión en la sede federal que el proceso sucesorio que culminará en el congreso «tiene que ser de unidad para salir con un PSOE absolutamente reforzado, dispuesto a volver a conquistar la calle».