Acoso al PP

Segunda fase escrache: aumentar la agresividad

La Plataforma de Ada Colau intensificará el nivel de acoso y hará una ofensiva en ocho provincias

Segunda fase escrache: aumentar la agresividad
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El nivel de agresividad del movimiento escrache, consistente en el hostigamiento a políticos (fundamentalmente del Partido Popular) va a ir en aumento hasta el 25 de abril.

El nivel de agresividad del movimiento escrache, consistente en el hostigamiento a políticos (fundamentalmente del Partido Popular) va a ir en aumento hasta el 25 de abril, fecha en la que diversos movimientos antisistema han convocado una concentración para, «esta vez sí», tomar el Congreso de los Diputados, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

Durante la próxima semana, según las citadas fuentes, el movimiento escrache tiene previstos actos en torno al domicilios de políticos del PP de las provincias de Madrid, Valencia, Barcelona, Valladolid, Málaga, Vizcaya y Guipúzcoa, aunque no se descarta que se puedan producir concentraciones en otras provincias. En Vizcaya, el objetivo es el diputado del PP Leopoldo Barreda, aunque Antonio Basagoiti, líder de esta formación en el País Vasco, figura como objetivo central. En Guipúzcoa, la víctima del escrache será el también diputado José Ignacio Azpiroz, en este caso en su despacho profesional. Posteriormente, acudirán a la sede del partido en San Sebastián.

La estrategia es la de generar, junto con otro tipo de movilizaciones, un ambiente para hacer creer a la opinión pública que España vive sumida en la más completa «injusticia social» y que los principales culpables son el Gobierno que preside Mariano Rajoy y el Partido Popular.

Para determinados sectores de la izquierda española, se hace insoportable que gobierne, aunque sea con la fuerza que dan las urnas en unas elecciones democráticas, lo que ellos llaman la «derecha». Y si lo hace por mayoría absoluta, como ocurre ahora, lo insoportable se hace insufrible.

El movimiento «escrache», una vieja «patente» de Herri Batasuna cuando acosaba a políticos del PP y del PSOE en el País Vasco y Navarra con el asunto de los presos, se ha convertido en el eje central en torno al cual se pretende ir calentando el ambiente para el 25-A. El asunto de los deshacucios de viviendas es, por su dramatismo en muchas ocasiones, algo que llega de manera rápida en la opinión pública. La imagen del débil, que carece de recursos, obligado por la Justicia, con el concurso de las Fuerzas de Seguridad, a abandonar el que era su domicilio y quedarse en la calle, cala rápidamente en las conciencias de los ciudadanos.

Aunque las autoridades hayan arbitrado ya medidas para tratar de paliar este problema, para los que quieren aprovecharse de las movilizaciones, a los que muchos ciudadanos acuden de buena fe, nada será suficiente dentro de la estrategia de acoso al Gobierno del Partido Popular.

Los planes para llevar el miedo y el desasosiego a los familiares de los políticos, en especial a sus hijos, aunque sean de corta edad, forma parte de la citada «patente batasuna» y constituye, según los medios consultados, una forma de amedrentamiento, que se sabe como empieza y cuyas consecuencias pueden ser tremendas.

Los que organizan estas campañas se ven favorecidos por la crisis económica y el ambiente existente en España por los distintos casos de presunta corrupción que salpican todos los días los medios de comunicación.

De lo que se trata, agregan, es de que la parte de la opinión pública que apoya estos movimientos y la que, en un determinado momento, por los problemas económicos o la indignación a causa de la corrupción, les pueda secundar, visualice al Partido Popular como culpable de todo lo que ocurre.

El fin no es otro (si es que su estrategia pudiera llegar a donde quieren sus promotores) que intentar sacar del poder al Gobierno que preside Mariano Rajoy, pese a la legitimidad que tiene por su aplastante victoria en las últimas elecciones generales.

Pons: «Usan los desahucios para atacar al PP»

Esteban González Pons defendió ayer que el Gobierno está «intentando» resolver el problema de los desahucios, pero «ahora hay protestas». Por ello, tiene la «sensación» de que se vive una situación «muy injusta» en la que lamentó que «los mismos de siempre» utilizan la causa de los desahucios para hacer la «protesta de siempre» contra el PP. En la misma línea, Javier Arenas aseguró que «las minorías extremistas nunca van a doblegar a la mayoría moderada», advirtiendo de que los cambios «no se consiguen atacando los derechos de los demás».