"Hasta que estén en casa"

Sortu, el partido integrado en Bildu, celebra la libertad de los etarras que quisieron volar un tren en la Nochebuena de 2003

Gorka Loran y Garikoitz Arruarte fueron condenados por el intento de asesinato de 184 personas

Gorka Loran y Garikoitz Arrualde, a su salida de prisión
Gorka Loran y Garikoitz Arrualde, a su salida de prisión@sortu_hernani@sortu_hernani

Sortu, el partido de Arnaldo Otegi integrado en EH Bildu, ha celebrado la excarcelación de Gorka Loran y Garikoitz Arruarte, dos miembros de ETA condenados por intentar volar un tren en la Nochebuena de 2003 en la estación de Chamartín, Madrid. Los terroristas llevaban mochilas con 50 kilogramos de explosivos, con la intención de causar una masacre en uno de los días de mayor afluencia de viajeros del año.

Los planes de los etarras fueron frustrados por la rápida acción de la Policía, que detuvo a Arruarte en San Sebastián y evitó que el tren, que ya había partido desde el País Vasco, llegara a su destino en Madrid.

Sortu, conocido por su posición más radical dentro de la izquierda abertzale, expresó su alegría por la salida de prisión de Loran y Arruarte con un mensaje en redes sociales: "Gorka Loran y Gari Arruarte de Hernani han quedado hoy en libertad tras cumplir 20 años de prisión. ¡Hasta que todos estén en casa!". La formación, que cuenta con varios exmiembros de ETA en su cúpula, ha generado críticas por su reacción respecto a la puesta en libertad de aquellos vinculados con la organización terrorista.

El intento de atentado en 2003 tenía como objetivo causar "efectos devastadores" en la estación de tren madrileña en un día de alta concentración de viajeros. Con él, buscaban emular el efecto devastador de un coche bomba en un aparcamiento, una táctica ya utilizada por ETA en el pasado.

La Audiencia dictaminó penas de 2.775 años de prisión para cada uno de los acusados, quienes fueron declarados culpables de pertenencia a una banda armada, 184 intentos de homicidios terroristas en grado de tentativa (relacionados con los 180 pasajeros y cuatro empleados de Renfe que se encontraban en el convoy), un delito continuado de daños (por la colocación de dos bombas en la línea Zaragoza-Logroño, una de las cuales detonó, y en la de Zaragoza-Lérida, que fue desactivada), y otro cargo por posesión ilegal de armas. Como parte de la sentencia, se les ordenó indemnizar a Renfe con la suma de 62.402,89 euros.

Loran y Arruarte obtuvieron el tercer grado en 2022, después de que el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria desestimara los recursos de la fiscalía por tal decisión. La libertad condicional de los terroristas se formalizó con control telemático en febrero y marzo, y finalmente, 20 años después del intento de atentado, han quedado en libertad tras cumplir su condena íntegra.