El Tribunal Supremo ha ofrecido al eurodiputado Luis Pérez Fernández, conocido como Alvise, prestar declaración de manera voluntaria el próximo 19 de junio en la causa contra él por los mensajes que publicó en su canal oficial de Telegram sobre la fiscal delegada de delitos de odio y discriminación de Valencia, Susana Gisbert.

El magistrado Juan Ramón Berdugo fija para las 10:00 horas del citado día su comparecencia voluntaria. El líder de Se Acabó la Fiesta esta investigado en esta causa por haber propiciado a través de su chat de difusión, que congrega a más de 700.000 usuarios, que le hiciesen llegar a sus perfiles en redes sociales mensajes "amenazantes o insultantes" a esta representante del Ministerio Fiscal.

Es una de los varios procedimientos que tiene abiertos en el alto tribunal en el que está aforado al tener un escaño la Eurocámara desde las últimas elecciones europeas.

El Supremo inició la investigación tras interponer una denuncia la propia Gisbert y al observar indicios de que habría cometido un tipo de acoso denominado stalking.

El señalamiento que realizó el polémico parlamentario europeo de la fiscal valenciana habría constituido una "llamada" para que "un grupo cercano a los 40.000 seguidores expresara y desarrollara una animadversión hacia la denunciante", tal y como reflejó el auto con el que se incoaron las diligencias de indagación.

Alvise, refleja el auto, dejó claro en un segundo mensaje que era consciente de que "ahora las perseguidas son ellas", con lo que para el Supremo -donde está aforado al tener escaño en la Eurocámara- indiciariamente pudo existir una intención "voluntaria y consciente de comprometer, de manera permanente y profunda, el normal desarrollo de la vida cotidiana de su víctima, a partir de la persecución que pudieran desplegar las centenares de personas que asumieran su reto".

Es el tercer procedimiento judicial en el que está imputado. El pasado mes de abril se conoció que el TS le investiga por financiación ilegal de su formación política en la campaña de los comicios al Parlamento Europeo y, paralelamente, por la difusión de una PCR falsa del ahora president catalán, Salvador Illa.