Todos debemos colaborar

España está viviendo los momentos más difíciles de su etapa democrática. Un escenario de prolongada crisis económica ha dejado una profunda huella en nuestra sociedad, reflejada en los dramas personales que causan unas inasumibles cifras de desempleo, y está en la raíz de una simultánea crisis social e institucional, donde se han puesto en cuestión arraigadas instituciones, incluido el mismo modelo territorial del Estado.

Hace 18 meses los españoles reaccionaron de forma contundente. Dieron al actual Gobierno de la Nación una mayoría absoluta irrefutable para que trabajara en revertir ese escenario. Mariano Rajoy y el Gobierno de España han asumido ese mandato democrático, lo que ha obligado a tomar decisiones difíciles, duras, nada populares, de desgaste político tanto en materia de ingresos como de gastos públicos.

Decisiones y medidas que probablemente no le gustaría tener que tomar pero que son imprescindibles.

Nuestro país necesita afrontar tres grandes objetivos estratégicos: conseguir que la estabilidad presupuestaria y el impulso del crecimiento sean los mejores aliados de futuro; asegurar la cohesión social, en unos momentos de grave riesgo de exclusión para muchos colectivos, y seguir garantizando unos servicios públicos de calidad, que el actual modelo territorial encomienda a las comunidades autónomas. Conseguir estos objetivos precisa de la participación de todos. Con lealtad y respeto. Cada uno desde sus responsabilidades. Y aunque en ocasiones pueda haber alguna discrepancia con el Gobierno de la Nación, asumimos, sin ningún género de dudas, que España es un barco en el que vamos todos y en el que todos debemos colaborar. Es imprescindible afianzar un proyecto compartido de futuro, asentado en las medidas estratégicas que España necesita, por difíciles y poco gratas que sean, y con un Gobierno sólido y con las ideas claras que sea capaz de aplicarlas.

Creo sinceramente que ambos requisitos se cumplen actualmente en el Gobierno de Mariano Rajoy.

En estos momentos tan complejos, el presidente está siendo capaz de aportar ese necesario impulso político para afrontar los problemas de España y de sus territorios. Castilla y León, una comunidad leal y siempre comprometida con la idea de España, así lo considera y, por ello, le seguirá prestando su firme apoyo para asegurar el futuro de nuestra querida Nación.