Trapero, a los Mossos tras el "paripé"del 1-O: "Habéis hecho un trabajo excelente"

El secretario de los atestados dice que el mayor de la Policía catalana era "imprescindible en la estrategia independentista".

Pese a la pasividad denunciada por la Policía y Guardia Civil respecto a la actuación de los Mossos el 1-O -que según el testimonio de decenas de agentes que han declarado como testigos en el juicio del "procés"llegaron incluso a entorpecer la labor policial-, el mayor de la Policía autonómica Josep Lluis Trapero quedó sumamente satisfecho de esa labor. Un comandante de la Guardia Civil que ejerció de secretario de todos los atestados de la investigación del proceso soberanista ha asegurado al tribunal que al día siguiente de la votación ilegal, el 2 de octubre de 2017, Trapero remitió un comunicado interno a sus unidades sacando pecho por la actuación de los Mossos. "Lo que hemos hecho está muy bien. Habéis hecho un trabajo excelente. A nosotros nos pueden imponer el qué, pero no el cómo", felicitó el mayor de la Policía autonómica a sus agentes según la versión del testigo.

Para el comandante, mano derecha del teniente coronel Daniel Baena, responsable de la Policía Judicial en Cataluña durante el "procés", Trapero era "imprescindible en la estrategia independentista". Hasta el punto de que la cúpula política de los Mossos tuvo especial cuidado en mantenerlo al frente de la Policía catalana. Así queda de manifiesto, ha explicado, en un correo intervenido al entonces director del cuerpo, César Puig, remitido al conseller de Interior Joaquim Forn, en la que le alerta del peligro de que sus desavenencias con el coordinador del dispositivo policial el 1-O, el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, le llevasen a desobedecerle abiertamente: "En ese caso, lo podríamos perder". A partir de esa fecha, ha subrayado el testigo, a las reuniones de coordinación no acudió Trapero, sino su número dos, el comisario Ferran López.

El comandante ha recordado que en una comunicación intervenida a los Mossos durante la jornada del referéndum ilegal un agente informaba al centro de coordinarción del cuerpo (Cecor) de que "se está haciendo un paripé". Asimismo, desde el Cecor se habría advertido de que "no se vea a ningún mosso cuando empiece a actuar la Guardia Civil"en el colegio San Julián de Ramis (Gerona), donde tenía previsto votar el president Carles Puigdemont.

En un correo interno de los Mossos también se evidencia la preocupación por las consecuencias de la actuación de los agentes autonómicos durante el 1-O: "Hay que tener cuidado, porque la Fiscalía y la Guardia Civil con diez fotografías de una mala actuación hacen un delito de sedición". Otros mensajes, éstos de César Puig a Josep Maria Jové, entonces secretario de Vicepresidencia de la Generalitat y considerado como el ideólogo de la consulta ilegal, dejan traslucir la supuesta connivencia de los Mossos con los organizadores del referéndum. El testigo ha asegurado que Puig informó hasta en cuatro ocasiones a Jové "de cuál está siendo nuestra actuación en la sede de Unipost"el 19 de septiembre de 2017 (donde los agentes se incautaron de decenas de miles de notificaciones para constituir las mesas electorales).

El mando de la Guardia Civil ha precisado que Jové (a quien se le incautó el documento Enfocats, la hoja de ruta del "procés"y que los acusados negaron conocer) "despachaba directamente con el señor Junqueras". Enfocats, ha dicho, era una “línea estratégica” y la agenda Moleskine, que también se le intervino, tenía sin embargo carácter “ejecutivo”.

Según ha recordado el comandante, en el “procés” se dio una primera fase de mera “protesta” que, a partir del 20 de septiembre de 2017 (cuando se produjeron los registros en dependencias de la Generalitat), se convirtió en “hostigamiento” a toda actuación policial y judicial. “Nunca nos habíamos encontrado ese escenario”, ha reconocido.