Ministerio del Interior
Uno de los yihadistas detenido en Madrid simuló ser refugiado para cobrar ayudas
Viajó a un país con pasaporte falso y después regresó a España para unirse a la célula
Uno de los detenidos en la última operación de la Guardia Civil contra el terrorismo yihadista utilizó un ardid para hacerse pasar por «refugiado» de los que huyen de las zonas de combate en Siria e Irak y poder así cobrar las subvenciones que conceden los estados europeos.
Uno de los detenidos en la última operación de la Guardia Civil contra el terrorismo yihadista utilizó un ardid para hacerse pasar por «refugiado» de los que huyen de las zonas de combate en Siria e Irak y poder así cobrar las subvenciones que conceden los estados europeos, incluido el español, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del caso. Para ello, el marroquí Annas B. abandonó temporalmente el territorio nacional y con un pasaporte falso, con el que logró hacerse pasar por «refugiado», cobró las citadas cantidades. Al parecer, según las citadas fuentes, la práctica fraudulenta es relativamente habitual. Este individuo, tras llegar a España viajó después a otro país europeo y pidió asilo identificándose con un pasaporte falso. Después de residir en ese país, Annas regresó de nuevo a España y en Madrid entró en contacto con el también marroquí Aziz Zaghnane, presunto líder de la célula de captación, que trabajaba desde hace once años como director de «marketing» en una empresa de cazatalentos, por lo que cobraba 3.000 euros al mes.
Tal y como adelantó este periódico, estaba en contacto con los responsables del «aparato de propaganda» del Daesh, el Estado Islámico, que tiene su base en la localidad siria de Raqqa. De hecho, la jueza Carmen Lamela de la Audiencia Nacional dictó ayer prisión incondicional para los cuatro detenidos el martes en Pinto y Ciempozuelos (Madrid) acusados de un delito de terrorismo en relación con la captación y adoctrinamiento de personas en la ideología yihadista que propugna la citada banda yihadista. Los cuatro han negado ante la jueza y la fiscal Susana Landeras estas imputaciones y cualquier relación con Daesh. Además de Zaghnane, los enviados a prisión son las tres personas que hasta el momento habían logrado captar, uno de ellos, de nombre Hicham, al que los investigadores dan una cierta relevancia dentro de la red que se estaba formando. Se trata de un individuo muy fornido, portero de discoteca, metido en ambientes de delincuencia al que consiguió radicalizar, y después fueron captados los otros dos, según Efe.
Los cuatro comenzaron después a frecuentar un gimnasio, en el que entrenaban intensamente, por lo que no se descarta que pudieran estarse preparando viajar a Siria, donde, al parecer, Annas tenía además ciertos vínculos con elementos de la banda yihadista. Según el Ministerio del Interior, el grupo era muy activo en la difusión de propaganda por internet a través de varias páginas web y aplicaciones de mensajería instantánea. Con esta actividad, llegaban a centenares de personas, de las que seleccionaban grupos más reducidos y los sometían a un proceso de adoctrinamiento y radicalización mucho más intenso; especialmente, en los de su entorno más cercano, a quienes instruían incluso sobre la manera de realizar cualquier actividad cotidiana.
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