
Familia
¿Es tu jefa agresiva contigo?
Dafne Cataluña, psicóloga del Instituto Europeo de Psicología Positiva, aporta las claves

Antes de entrar en materia te lanzo esta pregunta: ¿consideras que una persona se muestra siempre igual de agresiva?
No, no, no. Que una persona se muestre más o menos agresiva va a depender muchísimo del entorno en el que se encuentre y del contexto, para visualizar esto mejor vamos con un par de preguntas.
- ¿Eres de los que cuando conduces tu vehículo muestras tu versión más agresiva y descargas tu ira y frustración como si no hubiera un mañana tras recibir un insulto?
- ¿Te puede resultar gracioso, inofensivo e incluso tierno que tu hijo pequeño te insulte sin mucho sentido?
Ahí lo tienes, ante un mismo hecho, recibir un insulto, nuestro cuerpo no reacciona de la misma forma, ni con la misma intensidad.
En relación a la primera pregunta, no te agobies mucho si te sientes identificada y es que es muy habitual comportarnos de manera agresiva e incluso violenta al volante, “la carcasa del Pitbull”, lo ha bautizado Gabriel Coll, CEO del Instituto Europeo de Psicología Positiva, y se refiere al hecho de encontramos con la peor versión de nosotros mismos cuando vamos al volante.
Pareciese como si entre las paredes del coche la persona se sintiera y se creyera un ser superior, con derecho a todo, con más autoridad que nadie y sin miedo a las represalias. En el coche te permites decir barbaridades, faltar el respeto, utilizar malas formas, exaltarte y tener un comportamiento agresivo, que no tendrías ni por asomo en otras situaciones. ¿O acaso te imaginas reaccionando y comportándote así en la cola del supermercado?
¿Cuál es el objetivo de la comunicación agresiva?
¿Sabías que hay diferentes tipos de comunicación y que la agresiva es una de las opciones que existen?
¿Crees que en tu trabajo se emplea la comunicación agresiva?
¿Quieres identificar si tu jefe o tu jefa emplean la comunicación agresiva cuando se dirigen a ti y a tus compañeros en el trabajo?
Cuando comunicamos podemos hacerlo de diferentes maneras y adoptando un estilo de comunicación propio, tres son los tipos de comunicación más empleados, conocidos y estudiados: comunicación asertiva, comunicación pasiva y comunicación agresiva.
En este artículo vamos a focalizarnos en la comunicación agresiva que es un tipo de comunicación en la que predomina y se emplea un lenguaje verbal y un lenguaje corporal exagerado, altivo y poco cordial y donde la manipulación se emplea de manera continua con el propósito de conseguir ciertos beneficios personales.
Lo habitual cuando se utiliza la comunicación agresiva es que el emisor se centra en él mismo, prestando atención únicamente a sus necesidades e ignorando casi por completo a la otra parte y el feedback recibido por parte del interlocutor. Esto es, no existe intercambio bidireccional en su actividad.
Este tipo de comunicación no es la más recomendable cuando pensamos en la mejora del clima laboral, pero sí es eficaz en determinados momentos, de cara a la consecución de ciertos objetivos puntuales o cuando queremos trasmitir autoridad, exigencia y/o superioridad y enviar un mensaje muy claro, directo y delimitado sin la posibilidad de réplica u objeción alguna.
Características de la comunicación agresiva
1. Ausencia de empatía
Por empatía entendemos la capacidad que tenemos de ponernos en el lugar del otro, es decir, de sentir lo que el otro siente. En la comunicación agresiva la empatía no existe. Al emisor le da exactamente igual las emociones, sensaciones y/o pensamientos que pueda tener el receptor del mensaje, no se va a preocupar para nada por ello y mucho menos le va a afectar las consecuencias de su mensaje. Por ello la comunicación entre ambos se percibe fría, tensa, impersonal y nada cercana.
No se observa ningún vínculo de unión, al contrario se puede percibir distancia y enfrentamiento.
2. Ausencia de escucha
Escuchar a la otra parte (y no sólo oír) tampoco es algo que ocurra en el estilo de comunicación agresiva. Hablo, hablo, expongo, expongo, yo, yo, yo, sólo yo y nada más.
La ausencia de escucha en la comunicación agresiva implica también una falta completa de atención y comprensión sobre el discurso del interlocutor.
De este modo, el emisor se limita a transmitir y proyectar sus mensajes, normalmente de forma contundente e intensa, y rechaza por completo los elementos expuestos por los otros participantes.
3. Consecución de metas personales
Ya hemos dicho al inicio que cuando existe comunicación agresiva sólo importan las intenciones y las ideas de uno de los participantes, el emisor. En este tipo de comunicación, nunca se pretende conseguir metas comunes, ni llegar a acuerdos grupales, ni compartir nada.
Ejemplos de comunicación agresiva
Toma nota si observas estos ejemplos en el lenguaje, en la actitud, conducta y comportamiento de tu jefe y/o compañer@s en tu entorno laboral, porque te puede indicar la utilización del estilo agresivo de comunicación:
- Interrumpir, cortar y expresar una opinión por encima de los demás sin que el otro haya terminado de exponer su punto de vista.
- Hablar en voz muy alta y con un tono de voz muy elevado.
- Gritar.
- Mantener demasiado tiempo la mirada en el otro sin apenas pestañear.
- Intimidar, amenazar e intentar generar miedo.
- Movimientos muy exagerados y bruscos de los brazos, señalar con el dedo índice, dar golpes en la mesa, cruzarse de brazos, invadir el espacio personal con demasiada cercanía.
- Tratar de controlar o manipular al resto.
- Lastimar, mentir a otros con la intención de no salir perjudicado uno mismo.
- Actitud egoísta, sólo me interesa lo mío y no me preocupo en absoluto por lo que pase a mi alrededor si no interfiere con mis objetivos.
- Valorarme, sentirme y creerme mejor que el resto y nunca un igual y muchísimo menos inferior.
- Utilizar de forma exagerada los imperativos.
- Realizar un montón de preguntas seguidas y al mismo tiempo.
- No aceptar los posibles errores y/o críticas.
- Atribución externa sobre lo malo y atribución interna de lo bueno y positivo.
- Responder con otras preguntas o con respuestas que no tienen mucha relación con la pregunta formulada.
Pese a todo lo expuesto aquí, no todo lo que rodea a la comunicación agresiva es negativo y contraproducente, en ciertas ocasiones, principalmente en el sector de las ventas, sí puede ser eficaz adoptar un tipo de comunicación con matices de este tipo, con el objetivo conseguir los objetivos marcados y de generar ingresos a corto plazo. ¡Ojo! No debes confundir la comunicación agresiva en las ventas con que la persona sea maleducada y grosera, no tiene nada que ver una cosa con la otra, y es que también puedes ser educado, utilizando un estilo agresivo de comunicación centrado en objetivos.
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