Salud

5 razones para que te pongas la mascarilla

Salud, solidaridad y para que no te multen, entre otras.

Salud, solidaridad y para que no te multen, entre otras.
Salud, solidaridad y para que no te multen, entre otras.Mascarillas a la moda

La imposición de llevar mascarilla en todo momento, aún cuando se pueda respetar la distancia de seguridad, se ha impuesto en casi todo el país. Mientras algunos ven esta medida como desmesurada otros han acogido las noticias de las comunidades que se iban sumando a la obligatoriedad como algo muy positivo y como una vía para frenar los rebrotes que cada día son más numerosos. La realidad es que desde que se anunciasen las medidas que debíamos adoptar todos los cuidados tras el estado de alarma, el uso de la mascarilla en los espacios públicos abiertos o cerrados era ya obligatorio. La única diferencia con las normativas actuales reside en que entonces se especificaba que se podía prescindir de ella siempre que fuese posible mantener la distancia de seguridad de metro y medio con otras personas. Ahora hay que llevarla siempre, desde que salimos de la puerta de nuestra casa exceptuando cuando se esté practicando deporte, tomando el sol en la playa o la piscina o mientras consumimos comida y bebida en un establecimiento hostelero.Y aunque con las altas temperaturas del verano resulta incómodo su uso, e incluso agobiante en muchos casos, hay muchos motivos de peso por los que debes llevarla.

1.- Por salud

Si hay algo que nos está recordando esta pandemia es que la salud es lo más importante y precisamente es donde nos está atacando. Ya no solo los casos que acaban en fallecimiento, sino que se está demostrando que muchas de las secuelas que deja la Covid-19 son realmente severas.

Los más jóvenes están viviendo este momento de “nueva normalidad” como si la cosa no fuese realmente con ellos. Es normal que quieran disfrutar y pasarlo bien y más cuando piensan que no son susceptibles de presentar síntomas graves frente al Covid-19. Pero lamentablemente aún desconocemos mucho sobre este virus y desde que comenzaron los rebrotes son cada vez más los jóvenes que se han contagiado incluso presentando sintomatología. La forma de convencerles de que deben llevarla puede pasar por que es una medida de protección para ellos, pero también para el resto de personas de su entorno. Los asintomáticos no presentan los síntomas de la enfermedad pero la contagian a personas a las que sí les puede atacar con cierta gravedad.

2.- Por solidaridad

Llevar mascarilla es ser solidario. Se nos llena la boca de decir que vivimos en un país muy solidario pero casi siempre cuando nos referimos a ello nos viene a la cabeza la donación de alimentos, la contribución económicas a ONGs o el voluntariado. Pero la solidaridad va mucho más allá y al llevar la mascarilla la estamos ejerciendo, ya que con su uso evitamos contagiar a nuestro entorno. No sabemos si podemos ser asintomáticos. Así que es un buen argumento al que referirnos cuando alguien se quita la mascarilla para saludarnos por la calle: “No es que me vayas a contagiar tú, es que no sé si te puedo contagiar yo. Lo hago por protegerte”.

Hay que tener en cuenta tantas medidas de higiene y de protección, que a lo mejor aunque pongamos mucho de nuestra parte terminamos contagiándonos y contagiando a nuestro entorno, pero también es cierto que si eso ocurre es mejor saber que se ha hecho todo lo que se ha podido a estar media vida pensando que lo podías haber evitado.

3.- Por amor

Entendemos que las muestras de amor, de cariño, son dar dos besos, un abrazo, y en este caso puede significar firmar la sentencia de muerte de esa persona a la que queremos y nos importa. Toma sentido el “amores que matan”.

Tenemos muy asimilada en nuestra cultura el encontrarnos con amigos y familiares y saludarnos de manera efusiva, tocándonos, y dándonos dos besos. Para nosotros el contacto humano es fundamental, el piel con piel. Pues en estos momentos debemos prescindir de ello. “No te doy besos porque me importas, porque te quiero”. Es algo que deberíamos aplicar con nuestros familiares y amigos ya que son precisamente en estos encuentros con personas cercanas donde se están produciendo un gran número de contagios. Se producen en entornos en los que confiamos en los demás y bajamos la guardia. Y esto no es cuestión de confianza, es cuestión de que cualquiera puede estar infectado por el dichoso virus sin saberlo.

Esto toma especial importancia cuando estamos cerca de personas de riesgo, como pueden ser nuestros padres y abuelos. Así que si vamos a visitarlos, o quedamos con ellos para comer o cenar, mejor extremar las precauciones y aunque podemos estar juntos, mejor no estar revueltos.

4. Por economía

Lo decíamos antes, llevar mascarilla en verano y con el calor, resulta bastante incómodo para unas generaciones que hemos crecido con todo tipo de comodidades. Puede resultar incorrecto políticamente decirlo, pero en este país en la actualidad nadie se muere de hambre. Las generaciones anteriores, precisamente la de nuestros mayores, los que son mássusceptibles de ser atacados por el virus, se encargaron de levantar un país y construir una sociedad en la que los derechos elementales estuviesen cubiertos. Ellos sí saben lo que es vivir una guerra, una postguerra y tener que ingeniárselas para poner un plato de comida sobre la mesa. Ellos sí que tuvieron que hacer realmente sacrificios para hacer crecer nuestra economía y alcanzar el Estado de Bienestar en el que nos encontramos. Ahora la pandemia, los confinamientos, la hibernación de la economía, la ausencia de turismo, están poniendo en riesgo directa o indirectamente el bolsillo de los españoles.

Si llevando mascarilla contribuimos a frenar los contagios estaremos evitando también que se produzcan rebrotes, retrocesos en las fases y el cierre de muchos negocios. Porque sintiéndolo mucho, el Estado llega hasta donde llega, y el dinero no emana de las fuentes. Depende de que todos contribuyamos económicamente para que el sistema siga funcionando.

5. Porque te pueden multar

Si ninguno de los anteriores motivos te han convencido para que lleves la mascarilla y seas precavido, precisamente acabamos recordándote que no llevarla supone una infracción y te pueden multar.

Esta situación la podemos afrontar desde el amor y respeto hacia los demás, desde el miedo, o aceptando que es lo que nos ha tocado vivir y frente a las guerras y conflictos de otros tiempos o de otros países, la obligatoriedad de llevar la mascarilla y las incomodidades que supone, no es algo tan complicado.