Psicología

¿Cómo superar la ansiedad y la angustia?

El número de personas que refieren ansiedad y angustia está aumentando de forma muy significativa por los tiempos que vivimos; pero lo cierto es que ya venía aumentando desde que tenemos informes (aproximadamente de los últimos 100 años).

El número de personas que refieren ansiedad y angustia está aumentando de forma muy significativa por los tiempos que vivimos; pero lo cierto es que ya venía aumentando desde que tenemos informes (aproximadamente de los últimos 100 años).
El número de personas que refieren ansiedad y angustia está aumentando de forma muy significativa por los tiempos que vivimos; pero lo cierto es que ya venía aumentando desde que tenemos informes (aproximadamente de los últimos 100 años).PIXABAY

El número de personas que refieren ansiedad y angustia está aumentando de forma muy significativa por los tiempos que vivimos; pero lo cierto es que ya venía aumentando desde que tenemos informes (aproximadamente de los últimos 100 años).

Por qué aumentan la ansiedad, la angustia y la depresión. Pues según a quien le preguntes, te dará un tipo de respuesta. Por citar algunas:

Algunos atrevidos dicen que somos ahora “más blandos”, porque no hemos vivido guerras ni postguerras; sin embargo, esta explicación no se sostiene porque muchas personas han tenido experiencias vitales de igual intensidad negativa y no por ello están libres de ansiedad.

Algunos investigadores lo achacan al estilo de vida que llevamos en la que ha sido denominada “la sociedad del rendimiento”. Esto ya empieza a tener más sentido porque cuando lo habitual es autoexigirse en todas las áreas de la vida, la autoestima se ve reducida y surgen más miedos, preocupaciones e inseguridades (que están en la base del estrés perjudicial del que surgen la ansiedad y la angustia).

Los especialistas en nutrición destacan cómo un desequilibrio en las colonias bacterianas del intestino causa síntomas de ansiedad y depresión. Esta correlación está científicamente probada. Y también aseguran que los nutrientes que nos aportan frutas y verduras hoy en día se han visto muy reducidos.

Algunas personas apuntan que el monocultivo ha hecho que la tierra no retenga todos los nutrientes.

Otros apuntan que cuando vivimos en ciudades estamos bombardeados por multitud de ondas que alteran nuestras ondas cerebrales y por tanto nuestra salud y la calidad de nuestro sueño y esto acaba por enfermarnos física y mentalmente.

Todas estas hipótesis sobre el aumento de la incidencia de los síntomas como la ansiedad y la angustia eran anteriores a esta situación de pandemia y crisis económica global.

Así que llueve sobre mojado.

Las personas que sufrían ya antes, han visto aumentados sus síntomas y los que no, han empezado a sentirlos.

¿Y qué podemos hacer?

Pues va a depender mucho del nivel de angustia y/o ansiedad que tengamos.

Para saber en qué nivel estamos, tenemos que tomar conciencia de tres factores: la frecuencia con la que nos sentimos así, la duración del sentimiento y la intensidad. En base a estos tres factores, podemos situarnos en cualquier punto de un continuo:

En un extremo está una ansiedad que no es diaria, aparece ocasionalmente, tiene una intensidad floja (casi no genera malestar) y se pasa rápidamente.

En el otro extremo está la ansiedad intensa, diaria, casi continua. Aparece desde que despiertas hasta que te acuestas y provoca un nivel de sufrimiento infinito. Insoportable.

Si estamos en este polo, necesitamos la ayuda de especialistas. Probablemente combinar una psicoterapia con tratamiento psiquiátrico. Es importante hacer ambos tratamientos en paralelo porque el segundo solo reduce el síntoma de forma artificial y si no se aprenden habilidades o se resuelven las causas con una psicoterapia, la ansiedad volverá al dejar de tomar el tratamiento farmacológico.

En cualquier punto del continuo, podemos bajar el nivel de angustia y ansiedad utilizando técnicas para reducir el estrés desde el cuerpo, la mente y la emoción. Es importante dedicar tiempo y energía a estas recomendaciones porque la ansiedad raramente desaparece por sí sola.

Lo primero siempre será empezar por el cuidado del cuerpo, porque la mente es la acción del cerebro y el cerebro es un órgano que tiene unas necesidades concretas para poder funcionar bien: sueño de calidad, cuidar nuestra alimentación, realizar ejercicio físico y practicar la respiración abdominal.

Además del cuidado básico, todos sabemos qué cosas nos ayudan a bajar el nivel de activación de nuestro cuerpo: beber agua, hacer relajación, un baño o una ducha caliente, la música, el baile, una charla agradable, el sexo, los masajes, las actividades manuales, etc.

Está también muy de moda, y desde luego es una moda necesaria, las actividades englobadas bajo el nombre de Mindfulness, todas las actividades tanto en movimiento como estáticas, que ayudan a desarrollar la atención plena. Hay numerosos estudios que demuestran que entrenar la atención plena, consciente, tiene un efecto equivalente a la psicofarmacología específica ansiolítica y antidepresiva. Y por supuesto no tiene ningún efecto perjudicial para ningún órgano de nuestro cuerpo, más bien todo lo contrario porque nos vuelve mejor persona y favorece todos los procesos de recuperación y salud del cuerpo.

El Mindfulness, si bien baja la activación del cuerpo, está especialmente indicado para bajar la activación de la mente. Cuando el cerebro está sobrepasado, piensa mal. Solo se fija en lo negativo, solo recuerda lo negativo y todo lo interpreta en términos negativos, de amenaza. Por eso caemos en círculos viciosos de ansiedad. Es de vital importanciacontrolar lo que pensamos, porque será el alimento de las emociones que sentimos…Igual que “somos lo que comemos” también “somos lo que pensamos”.

En general, deberíamos permitirnos sólo los pensamientos que nos conecten con lo que queremos sentir y el resto detectarlos y pararlos. No darles cuartel. Ni un minuto de nuestro tiempo. Porque un minuto desencadena en el cuerpo un torrente de malestar que nos puede durar horas.

Si no tenemos la costumbre de parar el pensamiento negativo, esto nos puede costar un poco al principio, pero como todo, es cuestión de práctica…

Y cuando la ansiedad es intensa, han demostrado efectividad algunas otras técnicas como: Pensar en los pensamientos negativos:

Sé que suena contradictorio, pero forzarnos durante unos minutos a pensar en aquello que nos genera ansiedad, está demostrado que satura el cerebro y, con la repetición,la respuesta emocional debe ir bajando. El mismo pensamiento negativo va provocando cada vez menos intensidad de ansiedad.

Lo ideal es pensar qué es lo peor que nos puede pasar (no mucho, entre 5 y 10 minutos en un día) y después, podemos dedicar el mismo tiempo a ver qué posibles acciones podríamos llevar a cabo. Cuáles son nuestros recursos, nuestras cualidades, nuestras fortalezas que nos pueden ayudar a afrontar la situación temida.

Centrarnos en las soluciones, nos hará salir del bucle de pensamientos ansiógenos (pensamientos que nos producen ansiedad).

El resto del tiempo, podemos observar los pensamientos que nos producen ansiedad o estrés y al darnos cuenta de que estamos pensando en ello, lo frenamos (no más de uno o dos minutos).

Todas las técnicas mencionadas son sencillas, fáciles. Lo difícil es llevarlas al día a día. Implementar y mantener hábitos de cuidado mental y físico es complicado cuando:

Ø Sentimos que no tenemos tiempo para nada más

Ø No tenemos ánimo

Ø Nos vemos atrapados por los múltiples asuntos pendientes de todas las áreas de nuestra vida.

Ø Etc.

Y a pesar de todo ello, si no tomamos medidas, la mente no se ordenará y seguirá generándonos pensamientos catastrofistas y sesgados que nos meterán y perpetuarán esos bucles de ansiedad y angustia tan perjudiciales.

No queda otra que poner acción, porque la vida no tiene sentido vivida así. Solo genera sufrimiento.

Acción.

Paso a paso, cada cuala su ritmo, pero avanzando siempre hacia lo que queremos conseguir.

Por ejemplo, una semana nos centramos en un punto y la siguiente en otro y así vamos sumando rituales de autocuidado físico y mental que nos sacarán de los estados ansiosos y nos conectarán con nuestra mejor versión…

Esa que confía y disfruta de la vida.

¡Ánimo y a por ello!

Guadalupe Gómez, experta en neurociencia y psicología positiva. Ella es fundadora de GuadalupeGB.com, creadora del Método Eficacia Mental ® y autora de ESTO es COACHING. También es directora Académica de la Escuela de Coaching de Grupo Cegos