Día Internacional de la Mujer
“Me declaro feminista inclusiva, es decir un feminismo en el que lo importante es la mujer y no la ideología”
Entrevista con Marga Chiclana Actis, empresaria y madre de cuatro hijos
Margarita Chiclana Actis es empresaria, está divorciada y tiene 4 hijos. Un chico y tres chicas entre 26 y 19 años. Mantenemos una conversación con ella acerca de lo que opina del feminismo, el mundo empresarial y la mujer y la huelga del 8M. Una huelga que le parece bien que se haga pero que ella no secundará.
Margarita Chiclana Actis es empresaria, está divorciada y tiene 4 hijos. Un chico y tres chicas entre 26 y 19 años. Mantenemos una conversación con ella acerca de lo que opina del feminismo, el mundo empresarial y la mujer y la huelga del 8M.
-¿A qué se dedica profesionalmente hablando?
-Tengo una empresa de inversión gestión y desarrollo inmobiliario que está centrada en gestión del suelo, recuperación de aéreas urbanas, viviendas, oficinas y usos dotacionales con ámbito de actuación nacional. Uno de nuestros mayores intereses son las grandes ciudades y su gestión medioambiental social y económica.
Soy Economista, además estoy terminando mi tesis en Política Económica y también soy profesora asociada en el Instituto de empresa IE, donde doy clases en el Máster in Real Estate Development MRED de Business Valuation y de Property Practice a 32 alumnos, 6 de ellos mujeres. Durante más de una década fui profesora asociada de la UNED en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales.
-¿Qué le parece la iniciativa de la Huelga del 8M? ¿La secundará?
- Apoyo cualquier movimiento que ayude a visualizar nuestra situación, la situación real de las mujeres de hoy, nuestras necesidades que son muchas, nuestros problemas que son muchos nuestras ideas, nuestras orientaciones y por supuesto nuestro futuro. Las ideas debe ir orientaciones a las necesidades y formas de vida que cada una de nosotras decidamos elegir, sin que haya nada ni nadie ( ni siquiera otras mujeres ) que puedan coartarlas o erigirse en otro “poder fáctico-matriarcal” que nos diga lo que es correcto o no hacer. Es importante escuchar todas y cada una de las posturas de cada mujer y de cada movimiento feminista, pasados y presentes.
Todos y cada uno de dichos movimientos aportan para hacer a la mujer libre para decidir, para ser respetada con independencia de su género, para tener igualdad de derechos y para que cada mujer tenga consciencia de que ella existe por sí misma y no sirve a las necesidades o deseos de otros y por lo tanto pueda identificar si las decisiones que toma son suyas o están dirigidas por otros intereses para los que ella es necesaria y por lo tanto utilizada.
Para esto hace falta crear una red de apoyo de todo tipo educacional, social y económica que permita que cualquier mujer tenga acceso a información y soporte que pueda ser para ella un apoyo según la situación en la que esté y de la que quiera salir, ya sea una situación de peligro por su vida o la de sus hijos, un bloqueo laboral, una ruptura de roles erróneos adquiridos que la han llevado a una situación indeseada para ella y descubierta más tarde o cualquier otra cosa.
Tenemos que pensar que lo que hagamos hoy por nosotras es la herencia que vamos a dejar a las futuras generaciones y en esto incluyo a nuestras hijas pero también a nuestros hijos que tienen que recibir de su propio entorno familiar las bases igualitarias en respeto y derechos sin importar el género.
Dicho todo esto y apoyando la huelga yo no la haré debido a mis obligaciones, en especial las educativas como profesora, pero aplaudo esta iniciativa y cualquier otra que ponga el foco en la mujer y su situación actual para aportar soluciones y avances en la protección de nuestra integridad e igualdad de derechos y la de las futuras generaciones.
-¿Se define como feminista?
-Sí, soy Feminista. Todas lo somos si podemos leer, ir al colegio, elegir la universidad, elegir trabajo, tener una cuenta bancaria sin autorización de padres o maridos, salir de un país de forma voluntaria sin permiso parental o marital o tener autonomía para votar, estemos casadas o no. Todas estas cosas que hoy hacemos y consideramos “derechos básicos”, hace menos de 100 años, eran impensables para nuestras abuelas o bisabuelas. Tuvieron que luchar, ser insultadas y desacreditadas para conseguir lo que hoy nosotras disfrutamos. Hay que estar agradecidas, mostrar nuestro reconocimiento a lo conseguido, protegerlo y seguir luchando por la igualdad de derechos.
Se lo debemos a algunas mujeres que lucharon para conseguirlo creando así el Feminismo, que es un conjunto de movimientos que luchan por los derechos de igualdad de la mujer frente a la sociedad y frente a sí misma como mujer, siendo este último punto uno de los mas interesantes para mí. El nombre Feminismo a secas no puede ser utilizado por ninguna ideología. Podrás luego autodefinirte como Feminista de este u otro movimiento, pero no lo puedes acaparar y hacerlo tuyo o instrumentalizarlo para tus intereses.
Me interesa mucho resaltar que no existe un solo movimiento y que hay muchos con los que cada mujer puede identificarse e incluso crear el que ella crea que es el mejor para sus necesidades como mujer en el entorno que ella esté. Que debe luchar por su identidad y por su libertad en la toma de decisiones sobre su propia vida. Por ella misma, por sus hijas y por sus hijos por las próximas generaciones.
Me declaro feminista inclusiva, es decir un feminismo en el que lo importante es la mujer y no la ideología, todas ellas aportan, e incluye en el mismo a todos los géneros como parte importante de la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres. Tenemos que crear una sociedad basada en el equilibrio en la diversidad en la igualdad de derechos y en la inclusión. Si salimos del patriarcado explotador para caer en el matriarcado impositivo unidireccional seguiremos pensando bajo criterios de dominación (de un lado o de otro) y no seremos libres para elegir sobre nosotras mismas.
-¿Qué sensación tiene con el nuevo feminismo, el de nueva ola o el que ahora mismo tiene más visibilidad? ¿Está de acuerdo con él?
-Cualquier movimiento feminista me parece bienvenido puesto que pone a la mujer en el centro de la sociedad, plantea problemas a resolver y busca o exige soluciones. El Feminismo como movimiento social se estudia como un proceso con una sucesión de etapas que se denominan “Olas”. Cada una de ellas ha generado distintas ideas, teorías, acciones y estrategias que han conseguido distintos objetivos relativos a la mujer. Y es que cada una de nosotras tiene algo que contar, vive en un ambiente con unos problemas concretos y debe y puede manifestarse al respecto con total libertad.
Las “Olas” son siempre bienvenidas pero lo que necesitamos es un autentico “Mar” que nos permita nacer crecer y vivir con el reconocimiento pleno de nuestros derechos sociales y de nuestro derecho a decidir sobre nuestra propia vida por nosotras mismas. Animo a todas las mujeres a manifestarse acerca de esto sin miedo y sin vergüenza, no estáis solas.
-¿Ha sentido el machismo en su trabajo o vida cotidiana? ¿Cómo, cuándo, por qué y cómo lo resolvió?
-Mi trabajo tiene un componente altísimo de hombres, el ratio de alumnas / alumnos que he comentado antes del Máster que está en curso es una muestra. Muchas veces tienes que aguantar comentarios que incluso están dichos sin mala intención como uno de los últimos en una reunión: “pues habrá que hacer lo que dice la niña Marga “y te entran ganas de decirle pero, ¿qué estás diciendo si llevo 27 años de vida profesional? Pero al final aprendes a dejar las cosas claras con mano izquierda y centrarte en conseguir tus objetivos que son los que te van a dar credibilidad personal y profesional.
La inclusión del hombre en el movimiento feminista la considero esencial y también hay hombres que así lo demuestran, por ejemplo en distintas ponencias profesionales cada vez más se manifiesta abiertamente que no se quieren hacer sin diversidad en el panel de la ponencia.
-¿Cree usted que existe la brecha salarial?
-La brecha salarial está muy bien documentada con datos empíricos en todo el mundo occidental. No es algo en lo que haya que creer o no, es una realidad muy bien documentada. Y es algo que hay que solucionar desde fuera con movimientos sociales y desde dentro, cada una en lo que cree que pueda y deba hacer tanto por ella como por sus compañeras y por el futuro que quiera dejar a sus hijas, sobrinas, ahijadas y las niñas que dentro de poco serán mujeres. Aquí también me gustaría resaltar que hay que seguir luchando para mantener lo conseguido y no aceptar ni un paso atrás. Juntas llegamos más lejos.
-¿Y el techo de cristal?, ¿está de acuerdo en las cuotas femeninas en los consejos de administración?
-El techo de cristal de igual forma se documenta en datos empíricos de ausencia de mujeres en puestos de Consejo Presidencia y Dirección Ejecutiva de las empresas y la imposición de cuotas femeninas para los Consejos de Administración por parte de la UE está directamente vinculada esta situación.
Que tenga que existir la imposición legal de esta “cuota rosa” me parece penoso. Pero desgraciadamente necesario. Cuando te encuentras en esta situación y sabes que, aun llevando 27 años de carrera profesional vas a entrar en un Consejo para cubrir esa cuota y, así además, lo van a ver los demás, que serán hombres en su mayoría según la estadística de las cuotas, no es agradable.
Mi opinión personal es que hay que aprovechar la oportunidad y utilizarla para abrir camino a otras mujeres y romper esas relaciones de “club de chicos” que se da en muchos Consejos, en muchas ocasiones no solo por machismo si no por comodidad de los iguales (misma forma de hablar, mismos intereses, mismos comentarios tolerados por el grupo) demostrándoles que la diversidad colaborativa hará crecer la empresa en todos los sentidos.
Para cambiar las cosas hace falta hacerlo desde el poder, económico, político, social, individual. Y hay que prepararse cada día para poder llegar a ese poder que permita transformar la sociedad hacia un modelo de igualdad de derechos y respeto a la mujer. Muchas veces no es solo el género lo que nos impide avanzar, si no ser una minoría en determinados ámbitos. Desde su fundación hace tres años formo parte de una asociación de mujeres en el sector inmobiliario (Women in Real Estate WIRES) que por primera vez en mi carrera profesional me ha permitido entender la comodidad de relacionarse entre iguales , en este caso mujeres, y comprender que algunas veces la ausencia de nuestro género en determinados sitios se debe también a que es más sencillo y confortable trabajar en un entorno de iguales. Esta situación mantenida en el tiempo, en el medio plazo, empobrecerá la organización por su falta de diversidad y por lo tanto de enfoques y decisiones que estarán sesgadas y perderán efectividad en la sociedad y en el mercado.
-Es madre de un chico y tres chicas. ¿Cómo ha cuidado la igualdad en su educación?
-La educación en igualdad en familia tiene que venir del ejemplo de los progenitores. Si no hay ejemplo de igualdad ahí, poco podrán hacer las palabras o las teorías. Se educa con el ejemplo en la igualdad y en cualquier otra cosa. Es quizá una de las pocas cosas que he aprendido en esta aventura maravillosa que es la familia. Convivir en familia, sea como sea la tuya, conlleva unas responsabilidades que no tienen que ver con el género de las personas si no con el respeto por cada una de las que la componen y sus decisiones y por la propia familia. Y quererse mucho desde el respeto y aprender a escuchar cada día de todos los que te rodean.
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