
Educación
¿Sabías que los estudiantes prefieren un ritmo más lento en clase? Este profesor escuchó sus opiniones y desató un debate
El profesor Octavio Prieto, repartió hojas en las que los alumnos expresaran qué les gustaba y qué consideraban que debía cambiarse en su metodología

Un profesor ha compartido las sorprendentes respuestas de sus estudiantes sobre cómo mejorar su enseñanza, desatando un debate viral en redes sociales sobre el ritmo y la comprensión en las aulas. La historia protagonizada por Octavio Prieto, un docente que usa la red social X (anteriormente conocida como Twitter), pone sobre la mesa un tema crucial para la educación actual: el equilibrio entre el ritmo de las clases y la comprensión profunda de los contenidos por parte de los estudiantes.
Un experimento en busca de mejorar la enseñanza
A final del primer trimestre escolar, Prieto decidió consultar a sus estudiantes sobre cómo podían mejorar sus clases. Para ello, repartió hojas en las que los alumnos podían expresar qué les gustaba y qué consideraban que debía cambiarse en su metodología. Las respuestas fueron claras: los estudiantes pedían avanzar a un ritmo más lento. Algunos incluso sugirieron: "Explica más despacio". Estas peticiones fueron especialmente notorias entre los alumnos de 4º de ESO, quienes coincidieron en que el ritmo acelerado les dificultaba comprender completamente los temas.
Este comentario tan directo y sincero fue compartido por el propio profesor en Twitter, donde provocó un debate animado entre docentes, estudiantes y padres sobre cómo se debería gestionar el tiempo y el ritmo en las clases. Para Prieto, las respuestas fueron una señal clara de que el ritmo de sus clases podría ser demasiado rápido y, por ende, contraproducente.
¿Es posible reducir el ritmo sin afectar el contenido curricular?
El intercambio de opiniones no tardó en llegar. Mientras algunos docentes defendían que reducir el ritmo podría entorpecer el avance del temario, Prieto reflexionó que, aunque se avance más lento, es importante garantizar que los estudiantes comprendan y asimilen lo aprendido, en lugar de simplemente avanzar para cumplir con el currículo.
En este contexto, el profesor mencionó que su objetivo no era necesariamente cubrir menos contenido, sino hacer que el contenido fuera más accesible, permitiendo que los estudiantes tuvieran el tiempo necesario para interiorizar lo aprendido. Este debate también pone de manifiesto una realidad preocupante en el sistema educativo: el estrés y la ansiedad que enfrentan los docentes en España, que a menudo se sienten presionados para cumplir con un ritmo exigente, a veces sin pensar en el impacto real en el aprendizaje.
Reacciones en redes sociales: ¿un dilema sin solución?
El tema no solo ha causado revuelo entre los educadores, sino también entre padres y estudiantes en redes sociales. Muchos usuarios coincidieron en que avanzar rápidamente puede generar frustración y aprendizaje superficial. ¿De qué sirve avanzar rápido si los estudiantes no comprenden a fondo lo que están aprendiendo? Sin embargo, otros argumentaron que es necesario mantener un ritmo constante para cumplir con los objetivos curriculares.
Este episodio ha puesto sobre la mesa un dilema recurrente en la educación: cómo equilibrar la cantidad de contenido a cubrir con la necesidad de que los estudiantes realmente comprendan lo que están aprendiendo. Es un desafío constante para los profesores, que deben encontrar formas de adaptar sus métodos para asegurarse de que todos los estudiantes puedan seguir el ritmo de las clases sin perder la calidad del aprendizaje.
La tendencia hacia la personalización del aprendizaje
Este caso también resalta una tendencia creciente en la educación: la personalización del aprendizaje. Adaptar el ritmo de las clases a las necesidades de cada grupo podría ser más efectivo que seguir un cronograma rígido. Prieto ha demostrado que escuchar a los estudiantes puede ser clave para crear un sistema educativo más eficaz y empático.
En resumen, la experiencia de Octavio Prieto nos recuerda que reducir la velocidad en la enseñanza no siempre significa retroceder, sino avanzar de manera más firme y profunda. Al final, lo que está claro es que, si se da tiempo a los estudiantes para asimilar los conceptos, se podría lograr un aprendizaje más sólido y duradero. ¿Qué opinas tú?
✕
Accede a tu cuenta para comentar