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Señales que indican que estás sufriendo maltrato psicológico

Para ser conscientes de la situación de maltrato psicológico, lo primero es identificar la existencia de este y poder ser capaces de romper con la dependencia emocional que nos genera.

Señales que indican que estás sufriendo maltrato psicológico
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Identificar las señales del maltrato psicológico en la pareja es el primer paso para hacer frente al mismo, la mayoría de las ocasiones es algo difícil ya que son conductas que no se producen de un día para otro y son señales sutiles de las que no nos damos cuenta, muchos lo asumen como algo normal que se da en una relación de pareja

Identificar las señales del maltrato psicológico en la pareja es el primer paso para hacer frente al mismo, la mayoría de las ocasiones es algo difícil ya que son conductas que no se producen de un día para otro y son señales sutiles de las que no nos damos cuenta, muchos lo asumen como algo normal que se da en una relación de pareja. Para ser conscientes de la situación de maltrato psicológico, lo primero es identificar la existencia de este y poder ser capaces de romper con la dependencia emocional que nos genera.

Es por eso que es necesario tomarse un tiempo en reflexionar sobre si estamos viviendo formas de maltrato psicológico. Y es importante que prestes atención a estas conductas que el agresor/a puede desarrollar:

Cómo identificar las señales del maltrato psicológico en la pareja

· Te descalifica y ridiculiza. Lo hacen continuamente con la finalidad de sentirse superiores. Te hace sentirte inferior, inútil, resta importancia a tus problemas con comentarios como “te quejas por todo”, etc.

· No te toma en cuenta. Siempre quiere que se haga lo que él/ella quiere, no te deja opinar, ni te tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones.

· Te amenaza. Si no realizas lo que él/ella desea, te amenaza, ya sea con dejarte, con hacerte daño físico, con poner en contra a tus amigos y familia, etc.

· Te Insulta. Al principio son insultos sutiles, pero siempre busca menospreciarte y gritarte.

· Te hace chantaje emocional. Por medio del chantaje te hace sentir culpable si no haces lo que desea, y finalmente te termina convenciendo de hacer lo contrario.

· Resta importancia a tus logros personales y profesionales. No reconoce tus esfuerzos y en lugar de felicitarte por ello, menospreciará lo sucedido y te hará dudar de tus capacidades.

· Te hace dudar de tus decisiones para controlarte. Te hará dudar acerca de todo lo que deseas, sentimientos y cualquier decisión que vayas a tomar, con frases como: “¿estás seguro(a) que eso es lo que quieres?”, “te vas a arrepentir”, etc.

· Lo más importante es el/ella. Te hace sentir que es tu obligación hacer cosas por él/ella y nunca te da las gracias, además te hace creer que vuestra vida sin el otro no tiene sentido.

· Presión sexual. Mantenéis relaciones sexuales, aunque a ti no te apetezca para que no se enfade.

· Controla todo lo que te conecta con el mundo. Puede tratarse del dinero que gastas, como de tu móvil, tus redes sociales, de lo que haces en tu tiempo libre, tu forma de vestir. El caso es que tienes la sensación de que necesitas su permiso o aprobación y su supervisión constante hagas lo que hagas.

· Te aísla. Se enfada cuando pasas tiempo con tus amigos o familia, intenta ponerte en contra de ellos, hace comentarios despectivos acerca de familiares o amigos, o te ridiculiza delante de éstos.

· No puedes hablar con él/ella porque sus reacciones son impredecibles y explosivas. Tiene constantes cambios de humor de origen impredecible. En las discusiones siempre acabas dando tu brazo a torcer, para evitar que reaccione excesivamente, y puede estar durante días sin hablarte o ignorándote.

· Te trata de manera maternalista o paternalista.

· Tienes miedo a contar tus problemas a tu entorno. Temes hablar de los problemas de tu relación con otras personas por su reacción y a las consecuencias que implique si él se entera.

Todo esto te puede generar ansiedad, indecisión, inseguridad, dependencia emocional, baja autoestima....

Nadie merece sufrir violencia ya sea física o mental. El respeto y el amor en una relación son un derecho, no permitas que la violencia sea lo cotidiano y que tu vida pierda valor y sentido. Si eso sucede es que algo no está bien. Si te sientes envuelto/a en una red de la cual no puedes salir o no sabes cómo, no dudes en pedir ayuda.

Judith Maduro es psicóloga