
Psicología
Tú al norte y yo al sur
Elegir el destino de las vacaciones de verano puede ser fuente de tensión y discusión con la pareja

Las ansiadas vacaciones del verano están a la vuelta de la esquina, pero elegir el destino puede ser fuente de tensión y discusión con la pareja.
Las ansiadas vacaciones del verano están a la vuelta de la esquina, pero elegir el destino puede ser fuente de tensión y discusión con la pareja. Para comenzar con buen pie las soñadas vacaciones, el psicólogo Xavier Savin comparte una serie de claves para negociar con éxito y llegar a un acuerdo sin que las discusiones y tensiones pasen factura a la pareja.
Se acerca el verano. Llega el momento de guardar los jerseys, sacar el bañador del armario y decidir dónde nos vamos de vacaciones. A simple vista puede parecer una tarea fácil, pero elegir el destino de vacaciones puede ser motivo de discusiones, tensiones y mal ambiente que termine pasando factura a la pareja.
“Porque las vacaciones no comienzan cuando te subes al avión o extiendes la toalla en la arena. Empiezan mucho antes, cuando comienzas a planearlas... y es en esos momentos cuando pueden surgir los primeros roces”, sostiene el psicólogo Xavier Savin.
Durante todo el año se espera con ansia ese momento de relax y desconexión, pero dependiendo de cómo se encuentre la relación de pareja, las vacaciones pueden ser o un éxito rotundo o un fracaso que desemboque en una separación. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), tras las vacaciones las separaciones aumentan un 31%.
“Por ese motivo es tan importante comenzarlas con buen pie. Llegar a un acuerdo sobre el destino de esos días de ocio, es el primer paso para garantizar que las vacaciones serán un viaje para recordar”, afirma el experto. Para Savín, conseguir llegar a un acuerdo que contente a las dos partes pasa por aprender a negociar con éxito y por planificar las vacaciones con tiempo.
Diez consejos para negociar con éxito tu destino estas vacaciones, por Xavier Savin
1. Tiempo: planificar las vacaciones a varias semanas vista es buena idea ya permite a la pareja hablar de lo espera cada uno de esos días, de lo que necesita y de las expectativas que tiene. Hablar de lo que espera ayuda a evitar posteriores decepciones en las que se termina culpando a la otra parte de la pareja.
2. Cuidar el ambiente de la negociación: sin prisas, ni interrupciones, ni ruidos molestos que puedan añadir estrés a la conversación. Se trata de disfrutar del momento con ilusión. Se puede poner música, buscar fotos, servirse una bebida...
3. Tomar nota: coger papel y bolígrafo e ir apuntando las ideas que surjan. Muchas veces se va hacia atrás en la negociación por no tener suficientemente claros los acuerdos a los que ya se ha llegado.
4. Fijar objetivos: dejar claro cuáles son nuestros objetivos durante las vacaciones (tomar el sol, descansar, hacer deporte, visitar museos...) es clave a la hora de negociar un destino. Hay que ser sinceros con lo que se quiere, de lo contrario la otra parte de pareja se dará cuenta que ocultamos algo y se puede poner a la defensiva.
5. Establecer límites: marcar unos límites de días, presupuesto, kilómetros, medio de transporte... todo ello nos ayudará a decidirnos por un destino u otro.
6. Brainstorming: hacer una lluvia de ideas sobre los posibles destinos y actividades puede ayudarnos a ver si existen puntos en común. Es importante no criticar ni censurar ninguno de los destinos que surjan porque sí, habrá que dar argumentos y razones, y hacerlo de forma pausada.
7. Practicar la escucha activa: respetar los turnos de palabra, tomar nota de las inquietudes y objetivos de la pareja. Si tu otra mitad percibe tu interés en sus propuestas estará más abierta a escuchar las tuyas.
8. Practicar la empatía: ponernos en el lugar del otro con expresiones como “Entiendo que le apetezca descansar después de...” o “Mereces esos días libres porque...”.
9. Ser objetivo: Aunque trataremos de ponernos en el lugar del otro, habrá momentos en que será necesario dejar de lado las emociones y valorar cuáles de las ideas que hay encima de la mesa cumplen con más requisitos sin superar los límites pactados. Hemos acordado cosas concretas y eso nos ayuda a pasar de lo abstracto (me apetece, quiero...) a lo concreto (así podremos...).
10. Ordenar los destinos: Una vez tenemos la lista de posibles destinos (no menos de 7 o 8) los ordenaremos en función de nuestras prioridades. Para ordenarlos tendremos en cuenta factores subjetivos, pero a la hora de tomar la decisión final incluiremos los factores como el presupuesto o el medio de transporte para ver cuántos de los destinos de nuestra lista cumplen estos requisitos. Podemos ayudarnos buscando información extra.
El objetivo de esta negociación es lograr llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes por igual y alcanzar una decisión con la que la dos partes de la pareja se sientan felices y llenos de ilusión y ganas ante esos días de ocio y relax. Negociar las vacaciones no puede convertirse en un lucha de poder ya que esto que puede dar al traste con la relación.
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