Crianza

Verano en familia: Cómo evitar el estrés y disfrutar sin culpa, según Lucía mi pediatra

La doctora propone una mirada más realista y empática para disfrutar sin culpa ni agotamiento

La doctora Lucía Galán en su cuenta de Instagram
La doctora Lucía Galán en su cuenta de InstagramInstagram

El verano es una de las épocas más esperadas del año, especialmente para las familias con niños. Sin embargo, lo que debería ser una etapa de descanso y diversión, muchas veces se convierte en una fuente de estrés familiar. Así lo advierte Lucía Galán Bertrand, más conocida como Lucía Mi Pediatra, en una reflexión publicada por "Ser Padres".

Con la llegada del verano, es común que madres y padres organicen una larga lista de planes: excursiones, actividades al aire libre, visitas a familiares, días de playa, manualidades en casa… Todo con la intención de ofrecer a los hijos el "mejor verano de sus vidas".

Pero con el paso de los días, la energía disminuye, las rutinas se desorganizan y lo que parecía un verano ideal termina siendo una etapa agotadora. “Queremos recuperar el tiempo perdido durante el curso, hacer muchas cosas en poco tiempo. Pero eso, muchas veces, nos deja sin fuerzas”, explica la pediatra.

El verano también puede ser una fuente de estrés

Lucía Mi Pediatra destaca una verdad poco visibilizada: el verano puede generar un alto nivel de estrés en las familias. Mientras los niños disfrutan de sus vacaciones, muchos padres y madres siguen trabajando. Esto crea un desequilibrio en las rutinas, con un desgaste emocional que se acumula día tras día. “Empezamos con entusiasmo, pero pronto llega el caos: ¿con quién se quedan los niños?, ¿van a la escuela de verano?, ¿nos turnamos los días libres? Todo esto genera tensión y culpa”, señala la doctora.

Ajustar expectativas para disfrutar de un verano realista

La clave para un verano emocionalmente sostenible es ajustar las expectativas. Lucía Mi Pediatra invita a repartir la carga familiar y a dejar de lado la idea de tener que aprovechar cada minuto con actividades planificadas. “No hace falta llenar la agenda de los niños de lunes a domingo. Un día tranquilo en casa también es válido. Los pequeños deben entender que los adultos también tienen derecho a descansar”, asegura.

Proponer planes alternativos, donde cada miembro de la familia tenga su espacio, puede ser una estrategia útil. “Un día se hace el plan de mamá, otro el del papá, y otro el del niño o la niña. Así todos participan y se educa en empatía desde pequeños”, comenta la pediatra.

Lucía también enfatiza la importancia de enseñar a los hijos que los adultos también necesitan vacaciones. El descanso no solo es legítimo, sino que es un ejemplo valioso para transmitir: “Hoy el plan es para mamá. Mañana iremos a ese sitio que tú quieres. Esa es una lección de empatía y autocuidado que queda para toda la vida”.

Una etapa agotadora, pero llena de sentido

Finalmente, Lucía Mi Pediatra ofrece una mirada esperanzadora sobre la crianza: aunque estos años sean exigentes, llegará un momento en el que los hijos devolverán todo el cuidado recibido. “Un día te das cuenta de que te cae bien tu hijo, que tu hija es única. Y ese deseo de estar con ellos porque tú lo eliges… es maravilloso”, concluye.