El Barcelona-Real Madrid va a estar en el aire hasta el último minuto e incluso aunque se empiece a jugar, no se va a estar seguro de que se pueda acabar, por todas las cosas que pueden suceder mientras.

Las Fuerzas de Seguridad y la seguridad privada del Barcelona manejan dos escenarios distintos: lo que suceda fuera del estadio y cómo llegan los protagonistas y después, lo que pueda acontecer una vez que llegue la hora y comience, si es que se puede, el encuentro. Los Mossos son los encargados de lo que ocurra en las calles de Barcelona, mientras que es el club quien tiene que ocuparse de mantener la seguridad dentro de su recinto.

En eso dos escenarios, son hasta cinco situaciones las que quieren evitar a toda costa.

• Que el Real Madrid no llegue al estadio: Ésa es la posibilidad que más se maneja, porque parece que el objetivo principal es ése. En el Hotel Reina Sofía ya están preparados para albergar unas horas al conjunto blanco, desde que llegue del aeropuerto por la mañana hasta que se vaya al estadio horas después. Es ese trayecto, muy corto, el que más preocupa. Se tiene que hacer un pasillo de seguridad para que el equipo llegue sin problemas al Camp Nou.
• Que no llegue el Barcelona: En el club azulgrana también están empezando a pensar que pueden ser ellos los perjudicados por las movilizaciones, aunque hasta ahora siguen manteniendo su postura en el alambre, de respetar a todos. Dicen que no pasa nada por las manifestaciones, pero comienzan a considerar la posibilidad de salir antes y llegar antes al Camp Nou.
• Que el Real Madrid no lleguen los árbitros: Hernández Hernández es el colegiado principal del choque. La Federación ya ha asegurado que está en contacto con las Fuerzas de Seguridad para que todo el staff arbitral esté en el campo a la hora prevista para el comienzo del choque. Si falta alguno de los tres: Real Madrid, Barcelona o colegiados, se habrá conseguido el éxito de la movilización. Por eso, es tan importante conseguir que este prólogo al encuentro discurra con éxito.
• Invasiones constantes: Una vez en el estadio, lo que preocupa es que la movilización consista en saltar al campo y cortar el partido todas las veces que haga falta hasta que se decida que no se juega más. En el Barcelona consideran que éste es uno de los choques al que más socios van y por tanto, menos gente a la que no se tiene controlada puede comprar entradas. El Barcelona sabe que lo que ocurra en su estadio es su responsabilidad y puede conllevar sanciones.
• Atarse a las porterías: No es la primera vez que ocurre en un campo y tal como está la situación en Barcelona, podría ser que a alguien se le ocurriese interrumpir el partido encadenándose a un palo de la portería. Eso llevaría interrumpir el encuentro hasta que se pudiese desatarlo y continuar con el encuentro.