
Tribunales
Un adolescente logra cambiar su custodia tras declarar que vivía mal con su madre
La Audiencia de A Coruña concede al padre la guarda del menor al constatar su malestar y el deterioro emocional y escolar desde que convivía con la progenitora

La Audiencia Provincial de A Coruña ha estimado el recurso de apelación interpuesto por un padre y le ha concedido la guarda y custodia de su hijo de 14 años, revocando así una sentencia anterior que había mantenido la custodia en manos de la madre. El fallo judicial, que aún no es firme, atiende al interés superior del menor, recogido en la Ley de Protección Jurídica del Menor, como criterio prioritario.
Según la sentencia, emitida por la Sección Cuarta de la Audiencia coruñesa, el menor mostró de forma clara y persistente su deseo de volver a vivir con su padre, con quien mantuvo una estrecha convivencia durante varios años antes del cambio. Los magistrados consideran acreditado que la mudanza con su madre, su pareja y sus dos hermanos menores supuso una alteración constatable en su estabilidad emocional y escolar.
Malestar psicológico, suspensos y discusiones
La resolución detalla que el joven comenzó a sufrir malestar psicológico desde que se trasladó con su madre. En su audiencia ante el tribunal, expresó sentirse incómodo y no comprendido por ella, atribuyéndole un trato inadecuado. Según sus propias palabras, su padre “le presta más atención y le aporta seguridad”. El tribunal señala que este testimonio fue coherente tanto en primera como en segunda instancia.
La sentencia también recoge que el menor pasó de aprobar todo el curso escolar cuando vivía con su padre a suspender y repetir curso tras el cambio de domicilio, un deterioro que los jueces consideran significativo.
El informe técnico del IMELGA (Instituto de Medicina Legal de Galicia) reconoció una vinculación emocional sólida entre el chico y su padre, así como una buena relación con la pareja de este. Si bien el equipo técnico desaconsejaba el cambio de custodia por motivos disciplinarios y familiares, la Audiencia valoró que el deseo del menor y su necesidad de estabilidad prevalecen sobre esas recomendaciones.
Buen padre
Uno de los elementos que más peso tuvo en la decisión judicial fue el reconocimiento explícito por parte de la madre de las buenas habilidades parentales del padre. Según consta en la sentencia, ella misma declaró que “como padre, no puede ser mejor”.
En consecuencia, el tribunal concluyó que el cambio de custodia permite al menor superar los desencuentros vividos con su madre y avanzar en una etapa vital compleja como la adolescencia desde una posición de mayor estabilidad.
La nueva situación mantiene un régimen de visitas para la madre similar al que antes tenía el padre. Además, se fija a su cargo una pensión de alimentos de 50 euros mensuales, además del pago compartido de los gastos extraordinarios.
La Audiencia recuerda que el derecho a la custodia y al régimen de visitas debe estar siempre subordinado al interés del menor, más allá de los vínculos parentales o de consideraciones formales. La resolución puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo.
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