Turismo

La camelia, una historia de ida y vuelta entre Japón y Galicia

La Diputación de Pontevedra viaja a Tokio para reforzar el vínculo histórico con una flor con 8.000 variedades en la comunidad, una de las cuales produce té

Flor de camelia.
Flor de camelia. Turismo de Galicia

El viento de marzo se desliza, suave, a través de las hojas de una camelia cualquiera en flor en los jardines del Pazo de Rubianes. Un susurro casi imperceptible que, al unísono, entre muchas de esas flores, logra crear una especie de murmullo de mar de fondo que se escucha de generación en generación, al menos tantas como las que van desde su origen en Japón hasta el presente, en Galicia.

Porque la camelia, originaria de Asia oriental, de China y Japón, llegó a la comunidad hace tres siglos. Un viaje que hoy se escribe en sentido contrario: la Diputación de Pontevedra volverá al origen participando en el Congreso Internacional de la Camelia en Tokio, del 9 al 13 de marzo. El viaje, diplomático, es también en cierta medida sentimental, cerrando ese círculo de siglos.

El presidente de la Diputación, Luis López, encabezará la delegación junto al diputado de Acción Comunitaria y de la Finca Areeiro, Javier Tourís. Su misión: fortalecer la proyección internacional de la camelia como emblema de las Rías Baixas y avanzar en la promoción del turismo vinculado a esta flor. "Nos vamos a hermanar con Japón, un país con el que compartimos la devoción por la camelia, que es ya un símbolo de nuestra tierra", ha afirmado López.

Un viaje en el tiempo: de Asia a Galicia

La camelia llegó a Europa en el siglo XVIII, cuando navegantes y comerciantes trajeron semillas desde Asia. En Galicia encontró un hábitat ideal, con un clima húmedo y suelos fértiles que favorecieron su expansión. Su historia está profundamente ligada a la aristocracia y los jardines señoriales de Pontevedra, donde los primeros ejemplares fueron cultivados en pazos como el de Lourizán y Rubianes. Con el tiempo, la flor dejó de ser un adorno exótico para convertirse en parte del paisaje y la identidad de la zona.

La conexión de Galicia con la camelia se consolidó en el siglo XX, con la organización de exposiciones y la creación de la Ruta de la Camelia, que atrae cada año a miles de visitantes que disfrutan de alguna de las más de 8.000 variedades de camelias con las que cuenta hoy la Comunidad.

Esta ruta incluye tres jardines que cuentan con la certificación de Excelencia Internacional. En primer lugar, el Pazo de Rubianes, cuyos jardines nacieron en el siglo XVII y al que se fueron incorporando magnolios, criptomerias o araucarias. Cuenta con más de 800 variedades de camelias y una finca de albariño.

A continuación, el trayecto conduce al Castillo de Soutomaior, en el que descubrirás su jardín de camelias con nombres de mujer: Rosalía de Castro, María Casares o la Bella Otero. Finalmente, el Pazo Quinteiro da Cruz esconde un parque en el corazón del Salnés en el que florecen más de 5.000 ejemplares de camelias de más de 1.500 variedades, entre ellas la sinensis, a partir de la cual elaboran su propio té.

Camelia sinensis.
Camelia sinensis.Turismo de Galicia

El regreso a Japón y el impulso del té gallego

Ahora, en 2025, la camelia vuelve a su tierra natal de la mano de la Diputación de Pontevedra. En el Congreso de Tokio, el Pazo de Rubianes renovará su certificación como Jardín de Excelencia Internacional de la Camelia, un título que obtuvo hace diez años y que refuerza su posición como enclave imprescindible en la ruta mundial de esta flor.

Pero la visita no se centrará solo en la camelia ornamental. La Finca Areeiro, uno de los centros de investigación más importantes sobre esta planta en Galicia, aprovechará el congreso para presentar su Plan Estratégico del Té, una apuesta por la diversificación agrícola basada en el potencial de la camelia sinensis, la variedad con la que se elabora el mencionado té. La Diputación de Pontevedra lleva años trabajando en esta línea, con cultivos experimentales que buscan posicionar a Galicia como una nueva región productora de té en Europa.

Además, el equipo técnico de Areeiro compartirá sus avances en la gestión de plagas que afectan a la camelia, un problema que preocupa tanto en Galicia como en Japón. La colaboración científica y el intercambio de conocimientos serán claves en este viaje.