La sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo ha condenado a 26 años de prisión un hombre acusado de asesinar a una mujer en su domicilio tras apuñalarla brutalmente y robarle. La sentencia, dictada con base en el veredicto de un Tribunal del Jurado, considera probado que el condenado actuó con intención homicida, aprovechando su superioridad física y causando un sufrimiento deliberado y prolongado a la víctima, una mujer de 42 años.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 27 de noviembre de 2022. El acusado contactó con la víctima en las inmediaciones de una zona de ocio nocturno de Lugo y ambos se dirigieron a la vivienda de ella. Tras mantener relaciones sexuales consentidas, se produjo una discusión durante la cual él se apoderó de un cuchillo y la agredió de forma letal, causándole 29 heridas incisas y 18 erosiones lineales.

El Jurado consideró probado que el hombre actuó con ánimo de matar y que en el momento del crimen mantenía intacta su capacidad de entender y querer, rechazando así cualquier circunstancia atenuante por consumo de alcohol o drogas. La víctima, según se recoge en la resolución judicial, se hallaba en situación de desventaja, al haber ingerido alcohol y cannabis, y pesar menos de 50 kilos, frente a un agresor de notable fuerza física.

Alevosía, ensañamiento y robo

El tribunal ha considerado probada la existencia de las agravantes de alevosía y ensañamiento, al entender que el acusado eliminó cualquier posibilidad real de defensa de la víctima y que su actuación incluyó una intención deliberada de aumentar su sufrimiento.

Según la sentencia, la mayoría de las puñaladas eran innecesarias para causar la muerte, lo que evidencia una “voluntad expresa de infligir sufrimiento”, según la magistrada presidenta del tribunal. Una de las heridas, además, afectó directamente al corazón, aunque no fue inmediatamente mortal, lo que sugiere que la víctima permaneció consciente durante parte del ataque.

Tras acabar con la vida de la mujer, el condenado registró el domicilio y se apoderó de un ordenador portátil y una bicicleta, hechos por los que también ha sido condenado por un delito de robo con violencia en casa habitada. Según el tribunal, la violencia empleada para cometer el asesinato fue utilizada inmediatamente después para facilitar la sustracción de los objetos, cumpliéndose así los requisitos para aplicar esta figura penal.

Expulsión del país

El fallo impone al acusado 22 años de prisión por el asesinato y 4 años más por el robo, sumando un total de 26 años de cárcel, así como las penas accesorias de inhabilitación absoluta y especial para sufragio pasivo durante ese tiempo.

Además, una vez acceda al tercer grado o se le conceda la libertad condicional, se decretará su expulsión del territorio nacional durante diez años. En caso de no poder ejecutarse esta medida, se le aplicará la libertad vigilada durante el mismo periodo.

En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a la comunidad hereditaria del padre de la víctima con 70.000 euros, a cada uno de sus hermanos con 25.000 euros, y a su hermana, que fue quien encontró el cadáver, con 35.000 euros adicionales, además de abonar 300 euros por los objetos sustraídos.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.