
Maltrato infantil
Condenado en A Coruña por someter a sus hijos menores a un infierno de golpes, insultos y encierros
El juez considera probado que el acusado ejerció violencia física y psicológica continuada sobre los niños, de 9 y 5 años, durante los fines de semana en que convivían con él

El Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña ha condenado a tres años y cuatro meses de prisión a un hombre por maltratar de manera continuada a sus dos hijos, de corta edad, durante los fines de semana en los que estaban bajo su cuidado. La sentencia, dictada el pasado 27 de octubre, también le impone 40 días de localización permanente, la prohibición de acercarse o comunicarse con los menores durante once años y medio, la pérdida de la patria potestad por un periodo de nueve años y el pago de una indemnización total de 12.000 euros.
El magistrado considera probado que los hechos se produjeron entre 2019 y 2021, cuando los niños tenían 9 y 5 años. En ese tiempo, según detalla la resolución, el acusado sometió a los menores a una “violencia física y psíquica continua”, mediante agresiones, insultos y comportamientos humillantes. Entre los episodios acreditados, el fallo menciona que llegó a obligar a uno de los hijos a tragarse su propio vómito y a encerrar a su hermana en una habitación a oscuras como forma de castigo.
El juez subraya que el domicilio donde los niños pernoctaban “no reunía las condiciones mínimas de habitabilidad, higiene y seguridad”, y que el padre “no les proporcionaba una alimentación adecuada ni la higiene mínima necesaria”. Tampoco suministraba a su hijo el tratamiento médico prescrito, lo que agravó la situación de vulnerabilidad de ambos.
La sentencia describe un entorno de absoluta dejadez, en el que los menores llegaron a presentar “el cuerpo lleno de picaduras de pulgas e insectos por la falta de salubridad de la vivienda”. Las conductas violentas, según se recoge en la resolución, eran frecuentes y se producían “ante cualquier comportamiento que no le gustase de los menores”, a los que golpeaba en distintas partes del cuerpo y les dirigía insultos reiterados.
El magistrado resalta la credibilidad de los testimonios de los niños, que fueron recogidos en presencia de profesionales especializados y ratificados por informes psicológicos y sociales. Estos informes confirmaron que los menores sufrían un importante malestar emocional y síntomas compatibles con situaciones de maltrato prolongado.
El fallo hace hincapié en que “no se aprecian razones por las que los menores pudiesen haber mentido” y que las pruebas periciales, junto con las fotografías y los informes sociales, “desmienten de manera contundente” la versión exculpatoria del acusado.
Durante el proceso, el condenado negó haber ejercido violencia o malos tratos sobre sus hijos y sostuvo que las denuncias eran fruto de un conflicto familiar con la madre de los menores. Sin embargo, el juez desestimó su versión tras valorar el conjunto de la prueba y subrayar la coherencia de los testimonios y la gravedad de los hechos.
El tribunal considera que el comportamiento del acusado constituye dos delitos de maltrato doméstico, dos delitos continuados de maltrato habitual, un delito de maltrato habitual en el domicilio común y otro de incumplimiento de los deberes legales de asistencia.
La sentencia, que no es firme, puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de A Coruña.
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