
Maltrato animal
Condenan a dos ganaderos de Melide (A Coruña) por maltrato animal: más de 30 caballos y equinos muertos
El juez ha dictado sentencia contra dos ganaderos de Melide, condenándolos a 17 meses de prisión y a cuatro años de inhabilitación para la tenencia de animales

El Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña ha condenado a dos ganaderos de la localidad de Melide, en la provincia de A Coruña, a 17 meses de prisión por un delito continuado de maltrato animal. Los acusados, propietarios de una finca ganadera, también deberán cumplir una inhabilitación de cuatro años para la tenencia y cuidado de animales. La sentencia se refiere al abandono y el sufrimiento de más de 30 caballos, potros, ponys y mulos que fueron encontrados en condiciones insostenibles.
Según el fallo judicial, los ganaderos sometieron a los animales a una situación de subalimentación constante, falta de agua, espacio insuficiente, y carencia de higiene, entre otras deficiencias. La sentencia destaca que los acusados "mantuvieron de manera consciente y voluntaria a decenas de animales en unas condiciones absolutamente incompatibles con una existencia mínimamente digna", lo que vulnera tanto la legislación estatal como autonómica en cuanto a bienestar animal.
La muerte de los animales, que según el juez fue producto de un "ensañamiento", se convirtió en uno de los casos más notorios de maltrato animal en Galicia. El informe médico destaca que los caballos y otros équidos sufrían visiblemente debido a la falta de cuidados básicos. En este contexto, el Partido Animalista Pacma, que había solicitado una "condena ejemplar" para los responsables, ha señalado que la pena impuesta no responde adecuadamente a la magnitud del maltrato sufrido por los animales y que los acusados deberían haber sido juzgados por otros delitos, como el de grupo criminal, delito ecológico y falsedad documental en el caso de uno de ellos.
Además de la condena penal, el juez criticó la falta de intervención de la veterinaria encargada de la explotación, quien, según el fallo, no denunció la grave situación a pesar de ser la responsable de velar por el bienestar de los animales. Aunque no se encontró base legal para imputar a la veterinaria por un delito, el juez consideró que "moralmente es responsable de la muerte de los animales".
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