Cargando...

Narcotráfico

Intervenidos 150 kilos de cocaína ocultos bajo el casco de un mercante en el Puerto de Vigo

La droga viajaba en un compartimento especial siendo localizada en una inspección submarina

En una operación conjunta de la que se ha informado esta mañana, agentes de la Policía Nacional y del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, con el apoyo de la agencia antidroga estadounidense DEA (Drug Enforcement Administration), han logrado interceptar en el Puerto de Vigo 150 kilogramos de cocaína ocultos en la estructura sumergida del casco de un buque portacontenedores.

El operativo, bautizado como “Operación Lumebo”, comenzó a principios de este mes tras recibir las autoridades españolas una alerta de la DEA sobre el intento de una organización criminal internacional de introducir una importante remesa de droga en España. Las investigaciones revelaron que la vía escogida era marítima y que el cargamento llegaría oculto en un barco mercante con destino final el Puerto de Vigo.

El método empleado por los narcotraficantes, conocido como “adosamiento”, consiste en fijar paquetes estancos de droga en cavidades ocultas o compartimentos especiales situados por debajo de la línea de flotación del buque, lo que hace imposible su detección sin una inspección submarina especializada.

Por este motivo, en la intervención participaron buceadores del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, junto con agentes de la Unidad Operativa y la Base Marítima de Vigilancia Aduanera de Vigo.

Una vez atracado el buque en el puerto vigués, se realizó una inspección minuciosa de la zona sumergida, donde los buceadores localizaron cinco bolsas impermeables que contenían en su interior un total de 150 kilogramos de cocaína de gran pureza. El hallazgo se produjo en un compartimento perfectamente sellado, diseñado para dificultar al máximo su localización y resistir las condiciones del transporte marítimo.

El cargamento interceptado habría alcanzado un alto valor en el mercado ilícito y su incautación supone un nuevo golpe a las redes internacionales de tráfico de estupefacientes que operan en Europa.

Fuentes policiales confirman que la investigación sigue abierta con el objetivo de identificar a los responsables del envío, así como a sus posibles contactos en territorio español.