Sentencia
Los villancicos bajan el volumen en Vigo
Una jueza da por buenas las medidas del Ayuntamiento para reducir el ruido navideño, equilibrando el derecho al descanso con el espíritu festivo
Los ecos de la Navidad viguesa, famosa por su despliegue de luces y atracciones, han sonado este año un poco más bajos. Y no únicamente en el oído de los vecinos, sino también en el del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo, que ha avalado las medidas adoptadas por el Concello para reducir el impacto acústico de las fiestas.
Según recoge el auto judicial, las actuaciones del gobierno municipal durante la campaña de Navidad 2024-2025 fueron suficientes para dar por ejecutada una sentencia anterior que condenaba al Ayuntamiento por vulnerar derechos fundamentales a raíz del ruido excesivo en las celebraciones de 2022-2023.
La jueza considera que los niveles de ruido se mantuvieron dentro de los márgenes legales “salvo en momentos puntuales”, que califica de “admisibles” por la alta concentración de público en espacios como la Porta do Sol, epicentro del árbol gigante y las actividades más bulliciosas. Esos picos sonoros, añade, deben interpretarse con criterios de proporcionalidad, sopesando el derecho al descanso con el interés general de una ciudad que vive intensamente la Navidad.
El fallo judicial responde al intento de una vecina de instar la ejecución forzosa de la condena previa del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que había estimado que el Concello vulneró su derecho a la intimidady a la inviolabilidad del domicilio. Sin embargo, la jueza actual concluye que no era necesario reubicar las fiestas, como pedía la parte recurrente, ya que la sentencia original solo obligaba a tomar medidas para evitar que se repitieran los excesos sonoros.
Entre las acciones valoradas positivamente por el juzgado están la reorganización de espacios, el uso de atracciones infantiles en zonas sensibles y un despliegue técnico para medir y controlar el impacto acústico. Según los informes aportados, en días de baja afluencia el ruido fue inferior a los límites legales, y en los días más concurridos solo se detectaron superaciones puntuales, especialmente provocadas por gritos del público en atracciones como la noria o el Super Mario.
La resolución también subraya que el ruido ambiental generado por la propia ciudadanía fue el principal responsable de las subidas puntuales de decibelios, pero destaca que, incluso así, el nivel global fue notablemente menor que en años anteriores. Un detalle que la empresa de ingeniería acústica atribuye a la estrategia aplicada por el Concello, con especial cuidado en ubicar atracciones menos ruidosas en zonas más delicadas.
El auto judicial no es firme y puede ser recurrido en apelación.