Gastronomía

¿Es posible comer los platos de Paco Roncero y de Ramón Freixa en casa? Sí, lo es

Los cocineros se unen a Uber Eats para lanzar “Cuatromanos”, un servicio de “delivery” de comida de calidad a un precio asequible

Paco Roncero y Ramón Freixa lanzan el delivery Cuatromanos
Paco Roncero y Ramón Freixa lanzan el delivery CuatromanosUber EatsGastronomía

Numerosos cocineros elaboran comida para llevar, sí, pero cuidado, porque para ello han creado un modelo de negocio distinto al de su restaurante con también un nombre que lo diferencie. Lanzar un “delivery”, todos coinciden en ello, no es nada fácil, ya que es necesario seleccionar un conjunto de platos que viajen bien y que en cuestión de media hora, no más, lleguen a casa de su destinatario en perfecto estado. Mantener la calidad es fundamental. Y es lo primordial para Ramón Freixa y Paco Roncero, quienes junto a Uber Eats han presentado Cuatromanos, un proyecto pionero de comida a domicilio. La citada plataforma de reparto trabaja con 400.000 restaurantes en más de 6.000 ciudades con una facturación mundial de más de 4.700 millones, un 53 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior. ¿El objetivo? “Que el pedido llegue al comensal en 30 minutos en perfecto estado”, asegura Marta Anadón, quien anuncia que han notado que de un tiempo a esta parte vamos más allá de la pizza y la hamburguesa y pedimos más platos caseros y “healthy”: “Se trata de una solución para los restaurantes que no pueden recibir comensales. Por eso, a la plataforma se ha unido un 15 por ciento restaurantes más para ofrecer un servicio en el que destaca la seguridad, ya que es la preocupación de los clientes. Durante el proceso, no existe contacto alguno entre el repartidor y el restaurante ni entre el repartidor y comensal".

Así, los platos se elaboran en una nueva cocina, situada en una ubicación tan buena, que es posible que los pedidos lleguen a un 80 por ciento de la ciudad de Madrid en 30 minutos.

Ambos, además de sus restaurantes de alta cocina, sirven los cáterings de numerosísimos eventos y en esta propuesta única no pretenden sustituir las de sus otros negocios, sino que el “delivery” nace para ofrecer una experiencia distinta en casa, que surge para quedarse: “Estamos felices, porque nuestro niño nace gracias a una gran amistad. Desde que Ramón aterrizó en Madrid hemos tenido un feeling. De hecho, nos confunden, somos como hermanos”, explica Rocero. Es una iniciativa pensada por y para llevarla a casa, que tenía planeado ver la luz el pasado 19 marzo. Es decir, no ha sido una idea surgida durante el confinamiento, en el que han aprovechado para cocinar, pero también para pedir comida a domicilio. Así que ya sabéis, Cuatromanos, ya está disponible.

La carta ha sido diseñada específicamente para el “delivery” y satisface la demanda de los comensales. A la pregunta de por qué han tardado en presentarlo si el proyecto estaba culminado, ambos han coincidido en que el verse obligados a cerrar sus restaurantes a causa del estado alarma les dejó bajos de ánimo y pensaron que no era el momento, a pesar que numerosos de sus colegas han lanzado sus servicios de comida a domicilio: “Queríamos lanzarlo con ilusión y con la energía suficiente. Por eso, pensamos que el niño podía esperar en la incubadora hasta que llegara el momento”, reconoce Freixa.

Según palabras de Roncero, “es una oferta que no tiene nada que ver con la de nuestros restaurantes pensada para todo tipo de publico y elaborada a partir de productos saludables”, asegura. La intención es democratizar la cocina de calidad, ya que el precio es asequible. Ronda entre los 20 y los 25 euros por persona y el "packaging “es ecológico, biodegradable y compostable, detalle importante para nuestros comensales. Incluso, para diseñar la vajilla se han inspirado en las suyas de casa, ya que representa los gustos de ambos. “Decorar el soporte sobre el que se pone la comida demuestra un alto respeto por el acto de comer. El cuidado en los detalles, la delicadeza, el esmero que desprenden en estas vajillas nos enlazan con los mismos valores en la cocina”, reza la carta: “Estos son los detalles que hacen que la experiencia sea 360”, continúa Ramón.

Estos canelones de espinacas los podremos comer en casa gracias al "delivery" Cuatromanos
Estos canelones de espinacas los podremos comer en casa gracias al "delivery" CuatromanosLa RazónGastronomía

La carta, pensada y con platos de raciones copiosas, es el resultado de un trabajo en equipo dedos grandes amigosque comparten una visión común de la gastronomía basada en el respeto por el producto, la tradición y la vanguardia, adaptada al formato “delivery”y asegurando la calidad y temperatura de los platos: “Queremos que nuestra cocina llegue a miles de personas, hacer algo diferente con la esencia de los dos a un precio competitivo”, indica Paco.

Así, entre los aperitivos destacan las míticas piedras miméticas de queso trufado, los filipinos de foie con chocolate blanco y cardamomo, las patatas hojaldradas con salsa brava y las croquetas (de matanza con lacón y huevo hilado, de carabineros con salmón a la llama...) mientras que entre los entrantes destaca la ensalada de lentejas con queso feta, manzana y frutos secos y el mollete al vapor de bogavante a la andaluza. Mismo apartado que anuncia las hamburguesas, ibérica de ternera y de rabo de toro, el ramen de cocido y los callos a la madrileña con garbanzos. Como platos fuertes, imprescindibles son los canelones de asado de tres carnes con salsa de boletus, foie y trufa, de Ramón, y el cochinillo ibérico asado con orejones macerados y manzana tatín, de Paco. Como final de festín, el coulant de chocolate con toffe y flor de sal y la tarta fina de manzana. Según cuenta, permanecerán los platos clásicos durante cada temporada, pero se trata de una propuesta dinámica en la que se irán incorporando platos elaborados con productos en pleno esplendor.

Un apunte, si no te decides y no sabes qué pedir, los cocineros han diseñado varios menús combos, tanto para dos personas (52 euros) como para cuatro (74,50 euros) e, incluso, para una. El casero (31,50 euros), por poner un ejemplo, lo compone las lentejas con boletus y foie y la costilla de ternera melosa al vino tinto con puré de patata trufado y cebollitas glaseadas, y el Healthy (28,50), la ensalada de quinoa con chocolate y un súper aliño y el papillote de vieiras con langostinos con verduras asadas y salsa romescu. El degustación para dos cuesta 58,50: “Este tipo de cocina debe ser golosa”, culmina Paco, quien ha afirmado que la desinformación es el principal problema al que se enfrentan los cocineros: “No sabemos cómo actuar y con las restricciones que nos ponen, es insostenible abrir”. Ramón, por su parte, afirma que cuando le permitan volver, lo hará "con ilusión y con ganas en una sala con las mesas separadas y cumpliendo todas las medidas de seguridad. Nosotros estaremos con ilusión, así que espero que los comensales, también”