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Los 5 imprescindibles del talón de la bota de Italia que hay que conocer

Cómo pasar unos días en Puglia (Apulia) y sentirse en casa.

Fiestas en Fasano
Fiestas en FasanoAlicia Romayfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

Con su enorme historia, su clima, el azul del cielo y del mar, es una región que engancha, pero mucho más, si no te pierdes sus cinco imprescindibles que dejan un gran sabor de boca.

El primero es importantísimo y es el elegir el alojamiento ad-hoc para vivir unos días en Puglia (Apulia), esta vez me refiero a la zona de Ostuni, y si se acierta, es pasar unas vacaciones en plan pugliese y sentirse como si se hubiese nacido allí. Algunas opciones como alojamiento son les Masserie, un Hotel Resort o una casa particular, esta últimaes una opción a tomar en cuenta. Les Masserie eran fincas agrícolas, son similares a las haciendas coloniales de América Latina ahora convertidas en agroturismos. En la zona existen también hoteles resort, pero suelen estar alejados del centro de los pueblos y sobre las casas particulares os pondré un ejemplo. Hay una zona de chalets, a 12 km, de Alberobello, con unas vistas espectaculares. Desde la colina llamada Selva di Fasano, se puede admirar lo largo y ancho de las aguas del Mar Adriático. Está a 400 metros sobre el nivel del mar, en la pre-Murgia, a medio camino entre el valle de los trulli y las playas de arena de la costa.

La suerte fue haber conocido a Carmen Pinto, que aún teniendo un nombre y apellido tan castellanos, es pugliese de pura cepa. Cuenta que hace poco tiempo, encontraron un espacio en la colina en donde ella se crió en la Selva di Fasano. Era un espacio que estaba plagado de arbustos pero escarbando, escarbando, vieron que había una gruta. Imaginaron cómo sería limpiar todo aquello para convertirla en una casa y poder ofrecerla a quien quisiera pasar unos dias en ella. Después de años de trabajo, la casa- gruta, ha quedado lista para ser ocupada por quien lo desee. Es una gozada llegar con el coche y aparcar a nuestras anchas, tener una piscina particular, jardines y diferentes espacios para pasar unas vacaciones. Ahora con el cambio climático, la maravilla de este sitio es dormir en lo fresquito sin tener que sufrir con el aire acondicionado o ventiladores. La gruta crea su propio clima y sinceramente se agradece. La cocina es el sitio más acogedor de la casa-gruta, con su mesa en el centro y su ambiente totalmente vintage.

Una casa-gruta en la Selva di Fasano

El segundo: si algo no se olvida cuando se viene a esta parte de Italia, es su gastronomía. Los sabores de esta tierra son diferentes. Pongo tres ejemplos pero aviso que me quedo muy corta: sus deliciosas orechiette alle cime di rapa, por favor ¡Qué invento! Sin palabras lo de las orejitas con grelos, o la frittata alla menta, una tortilla hecha con huevos, queso y hojas de menta, pero lo que no hay que perderse por nada del mundo son las Bombette Pugliese enlos sitios más típicos de la zona, como el sitio Da zio Pietro en Cisternino. Aquí voy a hacer un alto en el camino para explicar cómo funcionan los “restaurantes con macellerie”. Sorprende ver en la entrada, una vitrina repleta de carnes y embutidos como si estuviéramos llegando a una carnicería, pero esto es normal. En la parte posterior o lateral del local, se encuentran las mesas a donde traerán, cuando estén listas, estas delicias. Lo suyo es llegar al restaurante, mejor con la mesa reservada, localizarla y antes de sentarse hay que acercarse a la vitrina para elegir los ingredientes de nuestras Bombettes. En Cisternino la bombetta es su símbolo, nació en el año 1980 en Martina Franca, una localidad en la provincia de Tarento. Estos “rollitos” de carne o fiambres que explotan en la boca gracias al queso Caciocavallo, son una locura.

Bombette pugliese
Bombette puglieseAlicia Romayfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

El tercero es descubrir en los pequeños pueblos su artesanía, como por ejemplo los pumos de Salento - pumi di Salento-. Sonpiezas que se asemejan a una piña que tienen su aquel. Los vais a encontrar en las fachadas de los edificios, los balcones, las barandillas y muchos sitios más. Dicen que acarrea la buena suerte pero solamente si alguien te lo regala. Se cree que si recibes uno te ayudará a conseguir nuevos proyectos. También son símbolos de prosperidad y fecundidad.

Pumi de Salento.
Pumi de Salento.Alicia Romayfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

El cuarto es tomarse la “penúltima” en un bar alejado del mundanal ruido y pedir el vodka “hecho en casa”. Vaya un lujo no, un lujazo, para ello hay que acercarse a Savelletri, al bar Mareducato.

Gin Lui, hecho en casa en Fasano, Savelletri
Gin Lui, hecho en casa en Fasano, SavelletriAlicia Romayfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

Y el quinto, ¡”Ayyy el quinto”!: Pasar el día disfrutando de las aguas maravillosas de esta parte de Italia en Monopoli, hacer risas con todo el mundo y cerrar con broche de oro cenando en un lugar mágico: Lido Bianco. Una manera de terminar unas vacaciones muy pero muy diferentes.

La torre del reloj en la plaza central en Cisternino
La torre del reloj en la plaza central en CisterninoAlicia Romayfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

Los puglieses hacen sentir al viajero como si fuera parte de su familia. Son cercanos, divertidos, dicharacheros y muy hospitalarios. Disfrutan de la vida enormemente. Viajar al talón de la bota de Italia, es descubrir un mundo diferente (y no tanto) si lo comparamos con otras parte de Italia, recuerda a algunos rincones andaluces con sus pueblos blancos, con sus plazas llenas y su gran ambiente y con el calor típico de una ciudad ubicada en el sur del país.

Carovigno, Torre San Sabina en la provincia de Brindisi
Carovigno, Torre San Sabina en la provincia de BrindisiAlicia Romayfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

Para llegar a este punto de la bota italiana se puede hacer por carretera, por tren o por vía aérea llegando al aeropuerto de Brindis. Para los que se desplacen hasta aquí sin vehículo propio y algo que llama la atención es que NO HAY TAXIS. Quién llegue a Brindisi, está “obligado” a tener un medio de transporte propio o rentado, de lo contrario su estancia se podría convertir en un “tormento”.