Gastronomía

El chiringuito preferido de Nacho Solana: Son de mar, puesta de sol, quisquillas y champán

El chef de Solana, en Ampuero, acude a la lonja de Laredo y en cuanto puede se escapa a Son de Mar, situado en el puerto

Nacho Solana
Nacho SolanaCedida

Se encuentra en plena temporada alta. Los llenos en su casa de Ampuero (restaurantesolana.com) son continuos y lo serán hasta finales de septiembre. Locales y foráneos acuden a saborear el producto en todo su esplendor tan bien tratado, ya sea el bonito marinado con una sopa escabechada de apio, manzana y tomillo y el denominado caviar de la huerta, que es el pimiento verde. Es único y lo es porque sólo se da durante dos meses: «Como mejor está es frito con un ligero toque de ajo. Es la manera más limpia de obtener todo el sabor», dice el cocinero, quien dirige también la propuesta gastronómica de Pico Velasco, un hotel de reciente apertura en pleno parque natural de las Marismas de Santoña. Cada día, adquiere las mejores joyas del mar Cantábrico en la lonja de Laredo, el pueblo costero más cercano a Solana y donde, esta vez, como cliente disfruta en cuanto puede de la propuesta del chiringuito Son de Mar.

La sardina asada es la estrella, un manjar que le apasiona, lo mismo que cualquier pescado del día, que llega a la mesa por pieza o entero a la parrilla. Los azules son los reyes, así que sí, es momento de bonito y de sardinas. Cuando las pide, las acompaña de una ensalada mixta, por refrescante y porque limpia el paladar después de saborear este pescado con tanta grasa. También, de cabracho y de salmonetes. Tomen nota, porque también recomienda el pulpo cocido, ingrediente principal de una ensalada con su vinagreta, los mejillones con una rica salsa marinera, hecha con un tomate picantito y las almejas a la sartén, siempre con su ajo y guindilla: «Es un chiringuito en el que se come y se bebe muy bien», añade justo antes de reconocer que su hora preferida es el de la puesta de sol: «Se encuentra justo en la zona del puerto y el atardecer es precioso. Cuenta con una zona de chill out, perfecta para relajarse antes de cenar mientras ves los barcos con la playa de Laredo de fondo». Es el momento perfecto en que se pide una copa de champán o un bloody mary para acompañar a unas quisquillas cocidas: «El chiringuito perfecto para mí es ese con un toque de informalidad, pero, a la vez, debe ser organizado, con una oferta gastronómica, que merezca mucho la pena acorde con cada momento del día y que esté muy bien situado», explica. Incluso, pone en valor al equipo que atiende a los comensales, «un personal joven, amable que, a lo mejor, no es del todo profesional, ya que es gente que quiere ganar un dinero durante la época estival, pero con las ganas de agradar que tiene, lo compensa todo. En Son de Mar es admirable, siento envidia sana por cómo gestionan el personal», asegura. Un paseo por la playa mientras escucha el ritmo de las olas le ayuda a desconectar tanto como caminar por la montaña cercana a su restaurante: «Es donde más cómodo me siento», asiente. En esos días de calor del norte, el salmorejo y un ajo blanco le reconforta. Lo elabora con aceite de girasol y la emulsión nos aconseja hacerla con una máquina potente y colarlo para que no queden grumos. También, la sopa fría de manzana y apio. Si abre boca con unas quisquillas, es gloria bendita y si las sardinas redondean un almuerzo o cena, imposible pedir más.

Su recomendación: el pulpo, las sardinas y el cabracho

Sardinas, plato de Nacho Solana
Sardinas, plato de Nacho SolanaCedida

► Dónde:

Puerto deportivo de Laredo.

► Precio medio: 35 euros.

► 942 74 02 91.

► sondemarlaredo.com