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Gastronomía

Dónde hace check in Óscar Molina... De La Gaia a Es Ventall, Es Terral, Es Gerret y 1742

Tomen nota de los espacios en los que reserva el chef, quien en su casa, además de los menús, ha incorporado la carta

Óscar Molina, del restaurante La Gaia de Ibiza Cedida

Hemos conocido la casa de Óscar Molina en Ibiza Gran Hotel. Nos referimos a La Gaia (lagaiaibiza.com), espacio que estrena un preciosísimo lavado de cara con sello de Sandra Tarruella, quien ha transformado este estrella Michelin con dos Soles Repsol en un lugar aún más armónico, cálido y sensorial. Inspirado en la arquitectura tradicional ibicenca, el nuevo diseño incorpora muros encalados, porches abovedados y arcos de medio punto, elementos que nos recuerdan dónde estamos. Durante nuestra conversación, nos recuerda que la historia del proyecto se inicia en el «lobby bar», donde en un principio servía en una barrita de sushi una cocina nikkei alimentada por los productos del Mediterráneo en una perfecta conjunción de matices. Fueron tiempos en los que compartía metros con Heart, de los hermanos Adrià, una convivencia que le nutrió profesionalmente hablando: «Albert me enseñó una manera de entender la gastronomía», afirma.

Incansable, decidió diseñar lo que hoy es su proyecto de vida, una propuesta «muy de territorio. No me gusta hablar de kilómetro cero, porque creo que es una campaña de marketing. La idea es apoyar a los payeses y dar de comer Ibiza al cliente nacional e internacional». De hecho, coloca sobre la mesa esos productos imprescindibles en estos meses de verano, que no son otros que las mieles tan especiales de la isla y su ingrediente fetiche, que es la algarroba, además de los cítricos. Sirve dos menús degustación (el precio de ambos es de 250 euros, sin armonía), que reciben el nombre de Horitzó e Illa, éste último compuesto por los platos icónicos del chef, quien, por supuesto, dispone de carta, con un precio medio de 135 sin bebida, como otra de las novedades.

Hoja de ruta

Llegado el momento de hacernos una hoja de ruta, nos presenta a José Miguel Bonet, quien reinterpreta la cocina tradicional ibicenca en Es Ventall (restauranteesventall.com), con casi 40 años de historia en San Antonio de Portmany: «Es una opción muy interesante», añade. Más que nada, porque alimenta sus platos con productos de su huerto cocinados a la leña para lograr un sabor auténtico, ya que el objetivo es evolucionar la cocina ibicenca sin perder su esencia. El bullit de peix aquí se disfruta en un sublime arroz a banda y es muy auténtico el «sofrit pagès». En Santa Eulalia se encuentra Es Terral (esterral.com), otro de sus destinos favoritos. Con Matthieu Michel Savariaud al frente, tras 20 años formándose con Alain Ducasse, Hélène Darroze y Jean-François Piège, aquí respeta el producto mediterráneo a través de una técnica depurada al unir la campiña francesa con Ibiza. Como ejemplo, el magret de pato del Périgord con puré de patata y el pulpo con sobrasada y mojo verde.

Asimismo, Molina menciona a José González, quien en Es Gerret (@esgerret), también en San Antonio, versiona platos tradicionales para crear una propuesta divertida y dinámica. ¿Qué pedir? El donut de morro y calamar en su tinta, pil pil de calamar y barbacoa de ajo negro, el brioche de crestas de pollo en tempura, mayonesa de hoisin y pepino encurtido y las mollejas de ternera glaseadas con alcaparras y limón con puré de tupinambur.

En su opinión, Pau Barba es el responsable de que siempre nos apetezca reservar en el Club Náutico al tiempo que considera «muy top» el trabajo de Edwin Vinke en 1742 (1742ibiza.com) y nos recomienda desayunar un café rico, ya que «el barista es muy profesional» y llevarnos el pan en Pantastic (@pantastic.ibiza). ¿Un consejo que nos encantó? Comprar siempre la sobrasada en un Spar, sí la cadena de supermercados, de carretera. El motivo, se proveen de las creadas por los payeses.