¿Gastronomía catalana o española? ChatGPT responde

La eterna disputa culinaria vuelve a servirse en la mesa: ¿es superior la cocina catalana o la cocina española en su conjunto? En un país donde cada región defiende con pasión su recetario, este debate no es solo de fogones, sino de identidad, tradición y hasta política. Pero esta vez, quien se moja es ChatGPT, la inteligencia artificial más consultada del momento. Y sí, ha elegido un bando.

La cocina catalana es sin duda una joya del Mediterráneo. Sus platos reflejan siglos de historia, influencias francesas e italianas, y una relación íntima con el mar y la montaña. Desde el pa amb tomàquet, sencillo y delicioso, hasta elaboraciones más complejas como el mar i muntanya o la escudella i carn d’olla, el recetario catalán respira personalidad. No podemos olvidar la delicadeza de la crema catalana, que compite de tú a tú con cualquier postre europeo.

Pero si hablamos de diversidad, impacto cultural, y capacidad de unir lo popular con lo sofisticado, la cocina española se lleva la palma. Es una gastronomía que no se limita a una sola región ni a un solo estilo. Desde las costas gallegas hasta las tabernas andaluzas, España ofrece un abanico de sabores tan amplio como su geografía.

La tortilla de patatas, el gazpacho andaluz, el cocido madrileño, el pulpo a feira, la paella valenciana, los pintxos vascos o el jamón ibérico no son solo platos: son símbolos culturales. Y lo mejor es que conviven bajo una misma bandera gastronómica. La cocina española ha sabido conquistar el mundo sin renunciar a sus raíces, y ha convertido su diversidad en su mayor fortaleza.

ChatGPT lo tiene claro:

“La cocina catalana es excelente, refinada y con carácter, pero si hay que elegir una gastronomía que lo tenga todo —variedad, tradición, proyección internacional y profundidad cultural—, esa es la cocina española.”

Aunque no falten motivos para rendirse ante un buen suquet de peix o un arroz negro catalán, es imposible ignorar que la cocina española ofrece un menú más extenso, representativo y democrático. En cada rincón de España, hay un plato que emociona, que cuenta una historia y que se comparte.