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Gastronomía

Nos apuntamos a conocer los destinos con sabor de Miriam Hernández, la cocinera que pone en valor el ajo fino

Al frente de La Casa del Pregonero, destaca las gambas a la gabardina, de La Villa, y la visita a la bodega del Nero

MIRIAM HERNANDEZ
MIRIAM HERNANDEZCedida

Chinchón bien merece una escapada en el caso de que aún no haya podido huir del ardiente Madrid. A solo 45 kilómetros, se encuentra La Casa del Pregonero, concepto regentado por Miriam Hernández a quien ACYRE premió hace unos meses por su proyecto de recuperación del ajo fino. Se trata de una variedad cuya cabeza es más pequeña, lo mismo que los dientes: «Se pelan peor, pero salen bien. En boca, es más dulce, picante y muy largo, porque posee un puntito de amargor al final. Sin embargo, cuando lo comes no tienes esa sensación de estar comiendo ajo. Es algo que hemos detectado, pero tenemos que realizar un análisis genético, ya que hay personas intolerantes al ajo que no lo son al ajo fino», explica quien en cuanto pueda hacer un pequeño viaje tiene previsto ir a ver a Julio Miralles, quien ha abierto El Sombrerico en Murcia. Por supuesto, lo emplea en todas sus recetas, de hecho, prepara una mantequilla con ajo, fermenta la miel con él, lo usa para hacer ajo negro, ajo frito, en crudo y lo cura en azúcar y sal, por poner un ejemplo.

Plato del restaurante de Miriam Hernández
Plato del restaurante de Miriam HernándezCedida

Una propuesta diferente

Con el objetivo de que los comensales saboreemos Chinchón, cuenta que el negocio fue fundado en 2002 y que forma parte de la empresa familiar, que, además, posee otros dos destinos con sabor en la misma localidad: Mesón Quiñones Cuevas del Murciélago y Terraza Los Huertos: «La Casa del Pregonero se abrió para mi hermano Jesús con la filosofía de ofrecer una propuesta arriesgada y diferente, porque Chinchón destaca más por su cocina tradicional. Al fallecer, le prometí que situaría el restaurante donde a él le hubiera gustado», desvela la cocinera. Por aquél entonces, llevaba la gestión y «yo no sabía ni freír un huevo», promete. En Chinchón son días de huerta en todo su esplendor en la que llaman la atención los tomates, los pimientos, los calabacines y los melones de Villaconejos. De ahí que el pisto resulte una elaboración que borda con los citados tomates «de la huerta de Miguel», que también sirve solo con aceite de oliva virgen extra de Villaconejos o de Titulcia y con anchoas de Madrid. Porque, ¿sabían que Casa Santoña posee una fábrica de conservas en la Sierra? En la capital, posee una tienda y un restaurante y en Los Molinos, otro. Un bocado tan imprescindible en estos días en que arde la Comunidad como el salpicón de marisco con melón de Villaconejos y el salmorejo con ajo fino. Entre los pescados, destaca el atún ahumado en sarmientos con remolacha asada de Valdezarza y el tartar del mismo pescado en una preparación que simula los huevos rellenos de siempre. La cocinera nos lo pone fácil, ya que nos detalla qué mesas debemos ocupar, si una en Las Cuevas del Murciélago, que cumple 53 años, o en el Mesón Cuevas del Vino, con 60: «Son dos preciosas casas antiguas de labranza en las que tomarse un vino, pero también un asado típico, una carne a la parrilla y, por supuesto, la clásica sopa de ajo. También, pone en el mapa del mismo Chinchón La Villa, donde, asegura, se come fenomenal, de ahí que Miriam destaca de su propuesta las gambas a la gabardina. Asimismo, lo cierto es que siempre anima a quien le pregunta a conocer las bodegas del Nero y Valazul, además de las cooperativas, Óleum, Laguna y La Aceitera de la Abuela. En breve, además, se sumará al recorrido la alcoholera de Chinchón.

►Donde: Pl. Mayor, 4. Chinchón.

►Tel. : 918 94 06 96.

►Precio de los menús: 65 y 80 euros.

►lacasadelpregonero.com