Gastronomía

El Trompeta es el chiringuito en el que David García se reúne con sus amigos en Zahara de los Atunes alrededor de una paella

Situado frente al mar, es lugar de encuentro de numerosos cocineros, quienes preparan ricos manjares

David García
David GarcíaCedida

La cultura se come, se bebe y se baila y El Corral de la Morería se sustenta bajo estos tres pilares: el flamenco, la maravillosa cocina vasca de David García y los vinos antiquísimos del Marco de Jerez hallados por Juan Manuel del Rey. Elaboraciones con una identidad, un por qué y un relato detrás alimentadas por pocos ingredientes, pero con los que David García ha crecido. Es su forma de sentir la cocina y la suya tiene alma, arte y en ella no hay sitio para juegos artificiales.

Se escapa a Zahara de los Atunes, porque le atrapa «la luz, la tranquilidad, la gastronomía y los buenos vinos. Me gusta que es un pueblo pequeño, en el que todo está muy cuidado, que el atún es el rey de la fiesta, que puedes ir en chanclas a donde quieras, que todo el mundo te conoce y tú también. Y el mar, por supuesto. Si hablamos de productazos, la lista la encabeza el atún y le sigue la urta, el borriquete, las almejas, las acedias fritas y el tomate de Conil. Y en cuanto a los vinos, los del Marco de Jerez. Escoge desmigarnos El Trompeta, situado en la misma entrada de Zahara: «No tiene nada y lo tiene todo. Allí, nos juntamos los amigos en un atardecer maravilloso, porque despedimos al sol con “My Way”, de Frank Sinatra». Es su momento del día y, mientras observa una de las puestas de sol más maravillosas, tiene en mano una cerveza, un amontillado o un palo cortado: «Cuando alguien, yo por lo menos, junta las palabras chiringuito y playa no está pensando en comer, sino en estar con los amigos, en reírse, en bañarse en el mar y en tomarse una cerveza. Nosotros, por lo menos, lo que queremos es estar juntos y quitarnos de encima el estrés, la presión que conlleva la exigencia de un restaurante. Si en verano no engordo nueve kilos es que no he estado de vacaciones».

Dicho esto, en realidad, cualquier hora es buena para acudir a El Trompeta, porque «nos ponen la música que nos gusta y es nuestro punto de encuentro». Lo curioso es que no sirven comidas: «Nos la llevamos nosotros o nos hacemos nuestra paella. Incluso, almejas, navajas, chicharrones, tartar de atún... Es un chiringuito puro y duro. Lo único que venden son bebidas y patatas fritas», dice David, quien, mientras cocina en chanclas y con el mar de fondo, lo que le pide el cuerpo es una cerveza bien fría. Y encontrarse con buena gente, porque es lo que le hace acudir a un chiringuito. La buena música. Y, tener cerca una maravillosa playa, como la de Zahara en la que «el agua es brutal». Una ensaladilla rusa de bogavante, unos mejillones en escabeche, el queso de la Sierra de Cádiz y la parpatana de atún son otros manjares a degustar. ¿Su ensalada para escapar del calor? La hecha con tomate de Conil, cebolla morada, berro, aceite de oliva virgen extra, sal y si añade unos dados de atún o unas láminas de ventresca, la borda. Lo mismo que si al gazpacho le añade un chorrito de vodka y limón, que tampoco puede faltar en un picoteo como Dios manda, más si los comensales son cocineros, que saben sobre caprichos gastronómicos locales: «Hace unos días, nos hizo Javi, de La Carboná, en Jerez, un atún con tomate impresionante». Se refiere a Javier Muñoz Soto para quien el vino del Marco de Jerez es el auténtico protagonista de su proyecto: «Nos juntamos cocineros, cantantes, futbolistas…», desvela David, quien nos da otra pista en Zahara: Ramon Pipi. Tomen nota.

► Donde:

Playa de Zahara. Zahara de los Atunes. Cádiz.

► Precio medio:

desde 10 euros.