Gastronomía
Un verano rosado: Rosado de exquisita palidez
Mara Moura Rosado, de Bodegas Martín Códax
A vueltas con el color. La paleta de la vida es como la de los pintores, que intensifica el estado de ánimo y el mensaje según se pretenda. En el lienzo la mancha, lo matérico, lo expresivo o lo sutil, son el hilo conductor de lo que conmueve al artista. Y que alcanza su objetivo cuando el mirón de la obra se para y deja que se perturbe su imaginación. Con el vino se puede lograr una sensación radical desde su concepción hasta su simple presentación. La capa dice muchas cosas, en especial si de este fronterizo ejercicio del rosado se trata.
Ya hemos contado en esta columna la letanía provenzal, y del color desvaído. Como sinónimo de lo chic. También como reclamo de vino liviano y de poca complejidad. Y entre lo que se cuenta y lo que es fruto natural, siempre
hay dudas forzosas. En estas andamos al beber un estupendo rosado gallego. Con la complicidad de la bastardo, o la uva merenzao propia de aquellos pagos, y cuyo poco acento cromático es pasaporte de esa concepción tan contemporánea.
Pero lo verdaderamente relevante de esta versión es su seductor juego aromático. Hay un verdadero ramillete floral que nos seduce olfativamente, además de unas pinceladas minerales que le hacen igualmente atractivo. A lo que se une que es un vino rico, con un buen volumen, largo y con graciosas notas salinas. Fino de idea y mejor de resultado. muy agradable en su beber.
Su poca producción en torno a las mil unidades, se encierra en una botella larga e interminable que conquista de modo directo. Por encima de toda la retórica que se gasta para singularizar los ejemplares del verano, Mara Moura es cómplice de lo que el ingenio o la capacidad se quiera poner al servicio de historias felices. Mineral como manda su variedad, fresco como persiguen estas dos elaboraciones hasta la fecha, y el logro de la buena extracción y el mosto flor. Exquisito.
Bodega:
Martín Codax
Vino:
Mara Moura Rosado
Pvp:
22 euros
bodegasmartincodax.com