Los Reyes, Don Delipe y Doña Letizia, así como Don Juan Carlos y Doña Sofía, asistirán hoy a la misa funeral por Pilar de Borbón, hermana de Don Juan Carlos e Infanta de España, en la basílica del Monasterio del Escorial. No será un funeral de Estado, pero sí solemne. Se trata de un día muy especial para la Corona española, ya que se recuerda a uno de sus miembros más queridos con todos los honores. Aunque por su condición de Infanta de España podía haber sido enterrada en el Panteón de Infantes, Doña Pilar quiso que sus cenizas fueran depositadas junto a las de su esposo, Luis Gómez Acebo, en el cementerio de San Isidro de Madrid, en una ceremonia a la que también asistieron los cuatro reyes. Además del funeral de hoy, está prevista otra misa en la catedral de La Almudena el próximo viernes. El Escorial es un lugar cargado de simbolismo desde su construcción: fue el centro de la monarquía hispánica desde el reinado de Felipe II. Allí se encuentra el Panteón Real y también reposan los restos de Don Juan. Un acto que resultó muy emocionante para sus hijos, Don Juan Carlos y la Duquesa de Badajoz. Allí yace también el Infante Don Carlos, el último miembro de la realeza enterrado en aquel lugar.

Al funeral de hoy asistirán los hijos de la difunta: Simoneta, Juan, Bruno, Beltrán y Fernando; la Infanta Margarita y su marido, Carlos Zurita, así como otros familiares, entre los que posiblemente estén las infantas Elena y Cristina y sus hijos. Entre los doscientos invitados se encuentran la baronesa Thyssen, además de amigas de la infancia de Doña Pilar, Mayte Spínola y María del Mar Tornos, hija de Alfonso de Tornos, secretario de Don Juan. La primogénita de los Condes de Barcelona falleció en la clínica Ruber de Madrid el pasado 8 de enero a causa de un cáncer de colon. Era Infanta de España a pesar de que su padre nunca llegó a ser coronado porque fue el depositario de los derechos dinásticos de la Casa Real. Tenía tratamiento de Alteza Real, si bien perdió sus derechos sucesorios al casarse con un hombre que era de familia aristocrática pero no de sangre real. Doña Pilar fue una mujer de carácter, que vivió el exilio en Portugal y que expresó sus ideas con tanta claridad que cada declaración mereció un titular. Fue una pieza clave para unir a su familia.