Política

En el Año del Buey, Isa Serra le pone los cuernos a Santiago Abascal

El presidente de Vox, Santiago Abascal
El presidente de Vox, Santiago AbascalAndreu DalmauEFE

Cuando entramos en el Año del Buey según el calendario chino, Juan Abreu le escribe una apasionada carta a Isabel Díaz Ayuso llena de cosquilleos y humedades y le dice que cabalga a lomos de centauros astados, toma ya, y la coportavoz de Podemos Isa Serra declara recordando al cornúpeta del asalto al Capitolio: «No me sorprendería si en unos años vemos entrar en el Congreso a Abascal con cuernos». O sea, que Isa ya le ha puesto los cuernos al líder de Vox.

No creo que Santiago sea de los que creen que un hombre sin cuernos es como un jardín sin flores, ni tan siquiera que la ausencia de astas en la frente del macho revele una alarmante falta de calcio, pero se ve que cuando a uno le crecen los votos al otro le dan ataques de cuernos. No sabíamos que la relación entre Isa y Abascal fuera tan estrecha. Va a ser que los extremos no solo se tocan, sino que lo suyo se puede convertir en «La venganza de don Mendo». Más cuernos: Carmen Calvo ha prologado el libro «Los toros, desde la izquierda», del socialista Eneko Andueza, y echándose la muleta a la zurda se rebela contra «los que reducen el toreo a una cuestión política» y señala: «Es importante que desde la izquierda saltemos al ruedo y nos manifestemos sin complejos en este ámbito». La de Cabra entiende de pitones, pero hace más que saltar al ruedo: viaja en el tiempo para situarse junto a socialistas de puro en la barrera como Felipe González, José Luis Corcuera, Fernando Múgica, etc. No sé si lo perdonará Él o el ministro de Cultura antitaurino Uribes. No lo hace ni lo hará el podemita García Torres, director general de Derechos de los Animales: ha declarado que debería ser expulsada del Partido Socialista por firmar tal defensa de la Fiesta Nacional. Una estocada en todo lo alto a la vice primera por decir que «la tauromaquia ha formado parte de la tradición de la izquierda».

Claro, no hay que ver cómo nos torea Gallito de la Moncloa.

En Estados Unidos ha puestos arcos para detectar a los congresistas armados. Aquí, un detector de cuernos en la entrada del Congreso de los Diputados haría las delicias de «Sálvame». Y de Isa.