Moncloa

Reyes Maroto pasa de cañas y berberechos y ya está en el plan champán y ostras

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. Ep
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. EpRicardo RubioEuropa Press

Reyes Maroto, ministra incluso de Turismo, dijo en Fitur: «Podemos trasladar al mundo la noticia de que este año se va a viajar con normalidad». Y nada más decirlo, ale hop, la UE dio a luz el pasaporte Covid, aunque no sabemos dónde y cómo se va a expender, si en la huella dactilar estará incluido el PCR, si la foto será con o sin mascarilla o si en la fecha de caducidad se especificará «válido hasta la sexta ola» o algo así. Después de la información llegó la publicidad: «Frente a las recetas del pasado, de recortes y austeridad del PP, el Gobierno, en colaboración con el sector, va a reactivar el turismo. Pondremos en marcha este país, con trabajo, sin ruido, sin distracciones», dijo la ministra. Trabajan con la mirada tan fija en el año 2050 que el presente y su realidad ni les roza. Levitan, como su Amado Líder. Así, Maroto, que va como una moto, desprecia las cañas y los berberechos para llegar directamente al champán y las ostras gracias a la máquina del tiempo que Él ha diseñado para llevarnos al futuro. Ya dejó escrito en mármol su gurú Iván Redondo que «el tiempo lo es todo en política», amén de una frase que podría figurar en el frontispicio de Oxford y Cambridge: «Solo el futuro puede ser modificado». Y el pasado, con la Ley de Memoria Histórica, se le olvidó añadir. A mí, la verdad, el 2050 me queda un poco lejos, le grito al televisor, pero si el nuevo «Regreso al Futuro IV» incluyera un plan de criogenización serio y mejorado a través de la seguridad social, yo me apunto. Despertarte el 2050 para ver al Tezanos de turno pronosticando en el CIS la mayoría absoluta de Sánchez y a Pablo Iglesias presentando «¿Quiere usted ser millonario?», es mucho mejor que dos semanas en Benidorm a media pensión, no hay color. Nadia Calviño ha afirmado rotunda que Él es «una persona con una extraordinaria templanza e intelectualmente muy exigente». Dios, es mucho más que eso. Es el Apolo Cyborg que nos va a llevar al futuro a través del Plan de Recuperación y sin padecer otra vez el «procés» a nada que nos dejemos un poco.