Entrevista

Marc Giró: “Mis hermanos me llaman Mari Carmen”

Me gustaría escribir para él una entradilla chispeante, ágil, fresca, divertida, sutil, con gracia, doble sentido, ironía e inteligencia… Pero jamás, nunca, «ever», llegaré a la tapa del tacón de sus Oxfords. «C’est la vie».

Marc Giró
Marc GiróDayron Vera.

¿Se puede ser sublime sin interrupción?

–Es que ya que te pones y una vez coges carrerilla, que sea sin interrupción...

–¿Es posible ser «cool» y votar a la derecha?

–Ser «cool» y votar a la derecha es completamente «kitsch».

–¿Y ser de izquierdas , pero parecer un «gentleman»?

–Sí, se puede. Desde la Revolución francesa.

–¿La frivolidad es una postura vital o una opción política?

–La frivolidad es, a veces, la única salida, pero tomársela muy en serio conduce al ridículo.

–¿El «charme» es una condena?

–Los que tienen «charme», que acostumbran a ser lelos, no creo que sepan que lo tienen y, por lo tanto, no lo viven como una condena.

–¿Es la inteligencia un látigo?

–El problema de la inteligencia es que a veces brilla por su ausencia y que conste que hablo por mí: tengo días tontísimos.

–No es usted creyente y sin embargo, tiene cara de ángel…

–Que no soy creyente lo dice usted muy a la ligera. Lo de cara de ángel suena a invitación a cenar.

–Su secreto de belleza es...

–Insisto: llámeme.

–Relátenos ese vicio inconfesable (puede ser gastronómico) que se prohíbe a sí mismo…

–Nunca llego al punto de tener que prohibirme nada.

–¿Cuál es esa parte del cuerpo que detesta?

–Tengo 46 años, para 47, ya no estoy para detestarme. Tampoco para adorarme. Conste en acta.

–¿Qué opinión tenía de Rocío Carrasco antes de saber lo que todos sabemos ahora de ella?

–Pues, francamente, no pensaba mucho en ella. Ahora sí.

Rocío Carrasco, en Chipiona, durante la grabación de 'En el nombre de Rocío', la continuación de su docuserie
Rocío Carrasco, en Chipiona, durante la grabación de 'En el nombre de Rocío', la continuación de su docuserieLa RazónTelecinco

–¿Se aprende a ser feminista?

-Nadie nace feminista, pero todo llegará.

–¿Los hombres pecamos de machistas siendo gays incluso?

–Todos somos víctimas del machismo aunque las mujeres se llevan la peor parte.

–¿No ha sentido alguna vez que su amiga lo lleva como si fuera el bolso?

–Mis amigas pueden hacer conmigo lo que quieran.

–Las redes se desataron con usted en sus intervenciones en «Rocío: contar la verdad para seguir viva».

–A mí me parece que lo único que desaté es el sentido común. Además, no es a mí a quien tienen que escuchar sino a ella, a Rocío.

–¿Usted no se traba nunca?

–Me trabo continuamente, pero lo hago con muchísima gracia. Y muchos espectadores están aguradando a que me pase.

–Sus amigas Isa Calderon y Lucía Lijmaer dicen que Francia es siempre mejor que España. ¿Aprueba la moción?

–Cómo está usted en LA RAZÓN no voy a ser tan torpe de aprobar la moción, que nos conocemos y no quiero líos o sea que ¡viva España! ¿Hablamos ahora del derecho de autodeterminación y de la amnistía a los presos políticos o políticos presos? Póngalo usted como quiera

–Véngase y dígame ese hombre que mandaría usted también a esparragar.

–Me da la sensación que los machirulos irán cayendo por su propio peso. Habrá que vigilar, eso sí, que no nos caigan encima.

–Dicen que Marilyn Monroe, la pobre, pensaba que era invisible hasta que le salieron las tetas, ¿usted cuando se dio cuenta de que todos los focos iban ya hacia su persona?

–De pequeño, en el cochecito. Como era rubito, le preguntaban a mi madre constantemente ¿cómo se llama esta niña tan guapa? Usted es muy joven y no se acordará, pero en este país, a principios de los setenta, no se podía ser macho y un bellezón. Mi madre, que siempre ha tenido muchísima guasa, contestaba que María del Carmen: «La niña se llama María del Carmen». Mis hermanas todavía me llaman así, Mari Carmen o Carmenchu.

–Durante años se ha dedicado a la moda, ¿sabe coser un dobladillo?

–Para nada y estoy a favor de la división del trabajo.

–¿Cree en el cielo, en el infierno o en la pasarela?

–En lo de creer recomiendo también ser totalmente práctico: crean ustedes en el cielo, ni que sea por si acaso. Lo demás es una pérdida de tiempo.

-–Capote diferenciaba entre escritores que escribían a máquina o a mano. ¿Tiene usted alguna categorización meridiana?

–Pues mire sí: están los que, llegado el caso, saben cómo pelar con cuchillo y tenedor cualquier tipo de fruta, incluido el plátano, que ya me dirás tú qué necesidad. Luego están los que no. Yo soy de los que la saben pelar, aunque no siempre lo hago.

–¿Qué quiso saber sobre el sexo y nunca preguntó?

–En el sexo hay que preguntar siempre y todo el rato. No lo olvide.

–¿Qué es lo que más le chifla y lo que más le amuerma del amor?

–Creo que como a casi todo el mundo, me chifla el orgasmo y me fastidia casi todo lo demás.

–¿Usted ama o es de los que se deja querer?

–¿Me está preguntando si soy activo o pasivo?

–Su ser amado debe ser...

–Peludo.

–¿En qué reality se ve en «Masterchef», en «Supervivientes» o en «La isla de las tentaciones»?

–De momento, me veo divinamente donde estoy, en el «Vostè primer», el programa de radio que presentó en RAC1. Mire, ya le he colado la falca.

–Ese culebrón del corazón que le tiene absolutamente enganchado...

–El que se traen entre manos Junts y Esquerra Repúblicana de Catalunya.

–Dicen que si uno quiere dedicarse al porno, hay que empezar por el nombre artístico y que el mejor es el que se consigue uniendo el nombre de su mascota con el de su calle, ¿cuál sería el suyo?

–Terry Valencia. Lo dicho, llámeme. No insisto más.