Alfombra roja
Joan Collins, más enamorada que nunca a los 90 años
La veterana actriz ha deslumbrado en los Premios Emmy con un vestido de lentejuelas y su marido, de 58 años
La veterana actriz Joan Collins, de 90 años, nos ha dejado una de las imágenes más entrañables de los Premios Emmy, los galardones a la excelencia en la industria de la televisión estadounidense que acaban de celebrar su ceremonia anual. En su paseo por la alfombra roja, la mítica actriz miró con auténtica devoción a su esposo Percy Gibson, de 58 años.
Igual que si hubiese hecho un pacto con el diable, la villana Alexis Colby, en la serie Dinastía, su papel más admirado, reapareció sobre el escenario, deslumbrante con un look de estrella de Hollywood, para otorgar uno de los premios de la velada. Su puesta en escena, junto a su marido, no defraudó y acaparó la atención de los flashes, sin encontrar competencia en ninguna de las estrellas que se dieron cita en la gala. La diva completó su vestido azul pálido con lentejuelas con unos guantes de cine y un espectacular conjunto de joyas de diamantes, además de su proverbial labial rojo intenso. Su marido lució también impecable con un esmoquin negro confeccionado a medida.
La pareja celebró el año pasado su vigésimo aniversario. Percy, un productor de Hollywood de origen peruano, es el quinto marido de la actriz. Maxwell Reed, Anthony Newley, Ron Kass y Peter Holm son los nombres de los anteriores. Entre otros trabajos, al productor se le conoce por Quién quiere ser millonario. Los 31 años de diferencia en la edad no han supuesto ningún obstáculo para fraguar un amor que, según dicen ellos mismos, será eterno. "Él se encarga de todo. De la familia y las finanzas. Es el amor de mi vida y estamos viviendo un gran matrimonio, una gran relación", declaró a la revista Saga.
En una biografía explosiva, que la diva aprovechó para relatar el acoso que vivió en sus propias carnes por parte de actores, directores y productores, desvela que Percy es el mejor amante que ha tenido, a pesar de que la relación empezó con un amor platónico. Y nos descubre que la clave para que la relación haya ido en popa consiste en disfrutar de baños separados.Una manera práctica y sencilla de ahorrar disputas. En el texto dejó también una sabia sentencia: "Para aquellas mujeres que buscan un compañero de vida, ese viejo dicho de que los hombres son como los autobuses y que, si esperas lo suficiente llegará el adecuado, es cierto". Ella misma admite que tuvo que besar muchas ranas antes de dar con su príncipe.
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