Daniel Grao: «A Mario Conde le temían los políticos»

–«Mario Conde, la historia de una ambición». ¿Le gustaría vivirla?

–No, porque no acaba bien.

–En los 80, los jóvenes querían ser como él. ¿Y usted?

–No estuvo presente en mi infancia, pero recuerdo que un día en la piscina, al salir con el pelo mojado, alguien dijo: «Pareces Mario Conde».

–¿Cuál fue su gran error?

–Su cabezonería, creer que nadie iba a poder con él.

–¿Y su logro?

–Aún nadie ha superado sus notas en las oposiciones a abogado del Estado.

–¿Qué ha aprendido usted dándole vida?

–Mucha política y finanzas de aquella época.

–¿Cree que se lo llevó crudo o existió un complot contra Conde?

–Él asume errores financieros, pero hubo algo más: le temían los políticos.

–La serie se basa en el libro de Conde «Los días de gloria». ¿Qué le sorprendió de esos días?

–El pelotazo de la venta de los laboratorios. El farol que se marca cuando iba a cerrar el trato por 300 millones de dólares y de repente pide 450, y el comprador traga.

–Hábleme de la mayor dificultad que ha tenido para interpretar a Mario...

–El que esté siempre en una pelea continua con él mismo y con los demás. Es agotador. Vivía en una gran tensión.

–¿Le parece que la serie mejora la imagen del ex banquero?

–Lo ha dicho él: «Lo importante aquí no es Mario Conde». Lo entiendo: quiere decir que no ha dejado títere con cabeza de su entorno. La impresión que deja es que había un complot. Sí, mejora su imagen.

–¿Le parece que ha sido tratado injustamente por la sociedad?

–El titular que nos queda de aquellos tiempos es «Mario Conde, ladrón». Creo que nos faltaban datos.

–¿Le votaría si se presentara a unas elecciones?

–No creo.

–¿Qué le diferencia de los corruptos actuales?

–Creo que es más elegante y más inteligente. Se puede empatizar con él.

–Lo único en común parece la gomina...