Casa Real

¿Dónde está el Rey Juan Carlos?

Desde su última aparición pública, saliendo del hospital Quirón de Pozuelo no se ha vuelto a ver al Monarca

La Justicia suiza tienen abierto una causa donde se investiga la posible comisiòn cobrada por Don Juan Carlos de Arabia Saudí
La Justicia suiza tienen abierto una causa donde se investiga la posible comisiòn cobrada por Don Juan Carlos de Arabia Saudílarazon

Desde su última aparición pública, saliendo del hospital Quirón de Pozuelo no se ha vuelto a ver al Monarca

La última imagen pública del Rey Don Juan Carlos fue saliendo de la clínica Quirón tras la intervención en la que le implantaron tres bypass. Bajó la ventanilla, comentó que se sentía como si le hubiera pasado un camión por encima, dio gracias a la prensa y explicó que seguiría la recuperación en casa. A partir de ese 31 de agosto nada se sabe del monarca emérito. Ya no tiene tareas institucionales y por lo tanto el departamento de comunicación no «comunica» nada. La prensa ya no recibe información de cómo se encuentra el que ha sido Jefe del Estado durante treinta nueve años y ahora monarca jubilado. La interpretación que se hace de ese «me voy a casa» es que la puesta a punto continua en el palacio de la Zarzuela ya que tampoco se le ha visto por el centro hospitalario. Al no haber agenda no se sabe cuáles serán sus siguientes actividades y, por lo tanto, habrá que esperar a su primera salida que bien podría ser en Sanxenxo. En la localidad gallega se va celebrar los próximos 27 y 29 de septiembre la 5ª Regata Rey Juan Carlos I. En todas las ediciones ha participado con el Bribón en la modalidad de 6M. Si no hubiera sido por la operación programada también habría ejercido como patrón que es la labor que desempeña en la embarcación cuyo armador es Pedro Campos, uno de los amigos leales del monarca. Y antes habría acudido el 7 de septiembre a Bayona para recibir el trofeo al mejor barco del año. La tripulación y Don Juan Carlos al mando tenía su agenda marítima dispuesta: salir de Sangenjo en el Bribón y llegar hasta la localidad cercana a Vigo, en la provincia de Pontevedra. Allí recibiría la copa acompañado de su tripulación. Este año revalidaron como líderes en la copa del mundo en Finlandia.

Días antes de esta entrega del trofeo el amigo y presidente del club náutico explicaba que «nunca se sabe con Su Majestad. Como decía, es un hombre de una gran fortaleza física y si le dicen que puede venir vendrá. Si me pidieran mi opinión, diría que mejor que no. Que se recupere, que ya habrá tiempo. El 27 y 28 de septiembre tenemos nuestra regata aquí. Y estamos preparando el Mundial. Espero que Don Juan Carlos pueda participar. El mar nos da vida a todos».

Vida pública

Quienes conocen su afición marinera hacen apuestas sobre si acudirá o no, si podrá regatear con el beneplácito de sus doctores o tendrá que consolarse con ser solo observador. Lo que sí se comenta en el club náutico donde se encuentra atracado el barco es que sería una buena manera de volver a la vida pública aunque ya no tenga tareas de representación. Como siempre estaría acompañado de su hija la infanta Elena, que junto con el rey Felipe son los únicos de la familia Borbón Grecia que mantienen la afición marinera. Este verano los nietos Marichalar y Urdangarín han interrumpido la rutina que mantenían desde que eran niños en el club de vela en Calanova. Para todos ellos el mar era el nexo de unión y así comenzaba su veraneo en el palacio de Marivent con sus clases y sus regatas. Todo esto pertenece al pasado, y salvo Irene y Victoria, que pasaron unos días con Doña Sofía, el resto prefería la libertad que da la mayoría de edad.

Sangenjo se ha convertido en su lugar preferido y se aloja en casa de Pedro Campos, una chalet bien acondicionado pero nada que ver con las mansiones de Mallorca o de Madrid. Y la gran sorpresa vendría de la mano de Doña Sofía que podría acompañar a su marido como ya hizo el pasado julio cuando participó como espectadora en la regata Trofeo Almirante Rodríguez Toubes en Sangenjo. Ese viaje marcó un antes y un después en el matrimonio real. Al menos públicamente, ya que salvo en Baleares la Reina nunca había acompañado al Rey en las regatas.

Amistades peligrosas

El rey tiene un grupo de amigos con los que comparte su afición por el mar y por la gastronomía gallega. Este entorno deportivo está formado por empresarios a los que les gusta regatear y no necesitan el favor real para medrar como sucedía con la corte mallorquina a la que el general Sabino Fernández Campos definía como «las amistades peligrosas».

El nivel económico de «los gallegos» es alto y se caracterizan por mantener un perfil público bajo en su relación con Don Juan Carlos.