Declaraciones

Mario Vargas Llosa rompe su silencio y habla de los motivos de la ruptura con Isabel Preysler

Además, ha aclarado dónde se encontraba estos días

El 2022 terminó con una de las noticias más sorprendentes en la crónica social. Tras unos meses de rumores, Isabel Preysler confirmó en su revista de cabecera que su relación con Mario Vargas Llosa había llegado a su fin. “Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente. No quiero dar ninguna declaración más y agradezco a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden en esta decisión”, señaló, sin entrar en muchos más detalles. Desde el mismo medio se barajó la posibilidad de que la ruptura se hubiera producido a consecuencia de los celos, pero ninguno de los protagonistas se había pronunciado al respecto.

Ahora, Mario Vargas Llosa acaba de romper su silencio, y lo ha hecho para confirmar las palabras que su expareja concedió a la revista “¡Hola!”. “Lo único que quiero es confirmar la entrevista que ha dado Isabel”, ha señalado el Premio Nobel de Literatura. Además, sobre las cuestiones que estos días han circulado sobre su paradero, ha revelado que se encontraba en la capital francesa y que se encuentra bien: ”Yo me encuentro muy bien. Acabo de pasar un día en París”.

Isabel y Mario
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El escritor no ha querido entrar en muchos más detalles sobre las razones que les llevaron a él o a Isabel Preysler a romper su relación, pero ha dejado claro que nada hay de cierto en los rumores que circulan últimamente y que apuntan a los celos como culpables. “No es verdad. No son ciertos”, aclara Mario Vargas Llosa, recalcando que “los motivos de la ruptura no existen”.

Recientemente se ha puesto el foco en un relato de Mario Vargas Llosa que publicó el año pasado y que, bajo el punto de vista de muchos, podría estar refiriéndose a su relación con Isabel Preysler: “Nunca la quise. Fue un enamoramiento violento y pasajero, una de esas locuras que revientan una vida. Por hacer lo que hice, mi vida se reventó y ya nunca más fui feliz. Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí”.