Opinión

Anda, Garamendi, hazte un “tamarazo”

O sea, que citara a su Yolanda a una misa mañanera en la iglesia del Padre Ángel

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi
El presidente de la CEOE, Antonio GaramendiA. Pérez MecaEuropa Press

Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, patrón de los empresarios, busca el perdón de Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo con la que tan amorosamente se relacionó antaño. Lo leo en este periódico que me da de merendar, pero no me explica por qué tiene que pedir perdón el jefazo. ¿Qué le ha hecho Antonio a la Yoli? ¿Acaso le ha sido infiel? ¿Le han pillado besándose en algún rincón del Banco Central Europeo con Christine Lagarde? ¿Haciendo manitas con Ursula von der Leyen en algún bareto de Bruselas? ¿Ha reconvenido dulcemente a Ione Belarra por llamarle a Juan Roig «capitalista despiadado e indecente»? ¿Fue visto escuchando a Nadia Calviño con la emoción y devoción que antes sólo eran para ella? ¿Le ha hecho ojitos a María Jesús Montero? ¿Se está aproximando a las teorías de Ana Botín? ¿Últimamente ha sido visto de cañas con Ayuso? ¿Ha insinuado que los empresarios ya no lloran, los empresarios facturan? ¿Ha cambiado su Mercedes por un Twingo y su Rolex por un Casio?

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi
El presidente de CEOE, Antonio GaramendiEUROPA PRESS.EUROPA PRESS.

No lo sé, y me reconcome no saber, le grito al televisor. No es que uno tenga alma de celestino ni mucho menos, pero dada la cercanía casi mística de Yolanda con el papa Francisco, a la religiosidad que impregna todo el catecismo de Sumar (amor, felicidad, solidaridad, ternura), le recomendaría a Garamendi que se hiciera un «Tamarazo» o «Falconazo», o sea, que citara a su Yolanda a una misa mañanera en la iglesia del Padre Ángel, se dieran fraternalmente la paz y, cogiditos de la mano, luego se fueran de fin de semana Laponia, donde, tras deleitarse con las auroras boreales rodeados de renos, se prometieran no volver a ponerse los cuernos.

Si es que cuernos ha habido, claro.