Repaso

La crónica de Marta Robles: Las listas de Bildu, la app de Montero y Tamara sin vestido

Ya no puedo más de hablar de exetarras, de pactos y de política. Solo me interesa el vestido de Tamara. Y que Montero me ayude a contar las horas que dedico a las tareas del hogar, que yo solita no sé hacerlo…

Tamara Falcó
Tamara FalcóGtres

Lunes

Siete exetarras con delitos de sangre en las listas de Bildu. Llevamos hablando de ello todo el fin de semana y el tema va a dar mucho de sí en la campaña. No es ilegal, ya lo sabemos, lo ha dicho hasta la Fiscalía, por mucho que Alberto Núñez Feijóo haya instado a la abogacía del Estado a impedir que puedan ser candidatos, pero tampoco entendemos por qué en determinados trabajos, digamos delicados, se exige no tener antecedentes penales y en política, no.

El caso es que, después del ruido, los siete exetarras no tomarán posesión de sus cargos tras el 28-M. O eso dicen. Han dado un paso atrás para evitar «dañar a EH Bildu» (que por cierto lleva a otros 37 condenados más por vínculos con ETA en sus listas), que para ellos es «un referente ineludible y la principal fuerza transformadora», así como «un proyecto político que representa un futuro de esperanza». A Otegui, coordinador general de EH Bildu, le ha parecido bien que renuncien, mira tú, y ha dicho: «Debemos avanzar hacia el futuro y no generar zozobra». Ya. Pero ha sugerido que aunque estos siete exetarras con delitos de sangre hayan renunciado a favor de la «convivencia democrática», los otros 37 seguirán en las candidaturas. Pues, hale, a bailar.

Martes

Día del cara a cara en el Senado y choque abrupto entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el que han cabido las listas electorales de EH Bildu, los avales a la vivienda, la crisis en Doñana y las medidas «electoralistas» del Gobierno antes del 28-M en ese tonito al que nos tienen acostumbrados. Son adversarios políticos, pero parecen enemigos de guerra. Feijóo ha presionado a Sánchez diciéndole: «O rompe con Bildu o rompe con la decencia», y Sánchez ha acusado a Feijóo de usar a ETA con fines electoralistas. Pero claro, los políticos siempre juegan a eso. «Pactas con etarras», «pactas con Vox», «pactas con Podemos», «pactas con…». Pues verán, resulta que con nuestras reglas democráticas se puede pactar hasta con el diablo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro SánchezLa Razón

Miércoles

Después de hurgar en nuestras camas y decirnos si tenemos que apagar o encender la luz para tener sexo, entre otras cosas, en un anuncio ridículo, Podemos decide desde ese Ministerio de Igualdad, que siempre pone en marcha cosas practiquísimas y muy baratitas, que exista una aplicación para controlar el reparto de las tareas del hogar. Una herramienta gratuita con «enfoque feminista» para reconocer el trabajo «invisible» y averiguar cuántas horas dedican las mujeres al cuidado doméstico. Usarla, insisto, no costará nada, pero al Ministerio (o sea, a nosotros) le ha costado más de doscientos mil euros.

Y es una cosa utilísima, porque las mujeres somos tontas del todo y no sabemos contar las horas que le dedicamos a las tareas del hogar, nos lo tienen que decir Irene Montero o Ángela Rodriguez. Yo les diría a ambas que no se metan ni en mi casa ni en mi cama, que ahí me organizo yo solita. Que luchen por la igualdad de derechos y de oportunidades y que dejen de tratar de controlar mi vida sexual y familiar. Ah, y también, amigas, que para organizar las tareas del hogar ya existen decenas de aplicaciones en el mercado.

Jueves

¡Tamara Falcó se queda sin vestido a menos de dos meses de la boda! Bueno, sin el vestido que ella misma diseñaba con la firma Sophie et Voilà, que ha dicho que «nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño». ¿Qué significa eso? ¿La marquesa quería «copiar» alguna cosilla? Porque también han señalado el «respeto que les merece la originalidad de los trabajos de otras marcas de alta costura». Tamara dice que «es categóricamente falso que quisiera que copiaran un vestido». Fuera como fuese, el caso se queda sin ese vestido. Pero descuiden, que ya encontrará otro.

Viernes

El Tribunal Supremo ha decidido: de los cuatro hijos de Miguel Bosé y Nacho Palau, que hasta la ruptura de sus papas creían que tenían dos padres y que eran cuatro hermanos, dos son de Miguel y dos de Nacho. ¿Por qué? Pues porque en su momento, quién sabe por qué, los unos no fueron adoptados por el otro y viceversa, y eso implica que los vínculos con un papá y con el otro son los biológicos y se acabó. ¿Qué todo esto es un despropósito? Lo es. Por eso hay que regular estos asuntos al máximo. No por los padres, que son los que entran, salen, vienen, van, deciden o se arrepienten…, sino por los derechos de los hijos, que los tienen y parecen los últimos en esta carrera hacia la paternidad donde parece que todo vale.