Opinión

El diario de Amilibia: Él se pregunta, Él se responde

"Podría aspirar, si vida me quedara, a bufón real, pero la Niña no ha embarcado aún en el Juan Sebastián Elcano y doña Altibajos (María José Navarro dixit) no está para coñas marineras"

MADRID, 29/12/2023.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante una declaración institucional para anunciar la remodelación del Gobierno en la Moncloa, Madrid este viernes. EFE/Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa / SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)
El presidente del Gobierno, Pedro SánchezBorja Puig de la BellacasaAgencia EFE

No se admiten preguntas en las ruedas de prensa y, dentro de poco, tampoco convendrán en las entrevistas, que en realidad serán autoentrevistas. Él ha descubierto un modo de aliviar mucho el trance: consiste básicamente en preguntarse a sí mismo. ¿Quién mejor que Él para hacerse la pregunta más adecuada que le lleve a la respuesta más ingeniosa? Nadie. En reciente visita a RNE, Iñigo Alfonso le apuntó algo sobre los pactos, y Él, rapidísimo, se preguntó a sí mismo, aparentando que le preguntaba al periodista: «¿Qué significa pactar?». Más rápido aún, Él respondió: «Pactar es lo que hace el PP con Vox». Pregunta Él, responde Él. Se preguntará tantas cosas que acabará encontrándose a sí mismo sin necesidad de volar a Katmandú en Falcon a consultar con un gurú. Él es su gurú.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez Alberto R. RoldánLa Razón

Ahora que muchos periodistas aspiran a tertulianos para cantar loas al sanchismo o flagelar a Feijóo, que si lo llega a saber no cambia el Camino de Santiago por el del Calvario, yo me he quedado en bufón. Podría aspirar, si vida me quedara, a bufón real, pero la Niña no ha embarcado aún en el Juan Sebastián Elcano y doña Altibajos (María José Navarro dixit) no está para coñas marineras. No me veo en otro sitio. Él alcanzará la perfección cuando le coloquen frente a la alcachofa y solo sea necesario que el periodista de turno haga una breve presentación, tipo «con ustedes el presidente del Gobierno». Un detalle: en su última visita a RNE, asombró el increíble despliegue policial en modo escolta: unos cien policías protegiéndole, como si visitara Guayaquil.

Los medios a los que acuda a preguntarse cosas no tendrán más remedio que ampliar sus instalaciones. O los periodistas tendrán que dejar espacio yéndose a tomar un cafelito durante la visita. Total, qué más da.