El diario de Amilibia: Un clarinetista con acento español

Leo: «Después de 27 años como clarinetista de la Banda Municipal de Barcelona, el sevillano José Joaquín Sánchez, de 53 años, ha sido despedido por el Ayuntamiento de la capital catalana por no haber sido capaz de acreditar un dominio suficiente de la lengua catalana, el equivalente al nivel C1». Parece que, en la interpretación de «Els Segadors», algunos trinos del clarinetista Sánchez sonaban sospechosamente a «Suspiros de España» y a «España cañí», según estimación del Comisariado de la Pureza Armónica Catalana. También señaló que sus desafinados eran claramente españoles. Más: no leía el pentagrama en catalán y sus semifusas y corcheas las ejecutaba más bien con acento andaluz e incluso castellano, algo que rompía la pura y virtuosa cadencia de la banda.

Así que le han mandado a tomar PEC, que no es una subdivisión del PCE de la Yoli, sino el acrónimo que ahora utilizan los internautas para decir «por el culo» y quedar más finamente. Además de litigar con el Ayuntamiento barcelonés, cuentan que el clarinetista sevillano estudia diversas formas de protesta: a) desplazarse a Waterloo para tocar cada noche el himno nacional español bajo el balcón de la residencia de Puchi. b) hacer lo mismo en Barcelona ante el Ayuntamiento de Collboni. c) integrarse en la banda de Ayuso para tocar el reguetón «Me gusta la fruta» (letra de MAR) frente al Congreso cada miércoles. d) ofrecerse a Feijóo para interpretar «La Pasión según San Mateo», de Bach, en sus retiros espirituales.

Dicen que también existe alguna posibilidad de que la Yoli, vicetiple segunda y ministra de Trabajo, incorpore a José Joaquín a la Filarmónica de su ministerio que cada mañana la recibe con el «Motomami» de Rosalía y la despide con la Internacional dirigida por Enrique Santiago. Aunque sólo sea por tener un Sánchez tocándole el clarinete.