Londres
Islamistas radicales contra Miss Mundo
La filipina Megan Young se corona entre protestas de grupos extremistas musulmanes
La elección de Miss Mundo ayer no estuvo exenta de polémica. Tampoco lo ha estado el resto del certamen: durante el último mes, grupos islamistas radicales han tratado de boicotear por todos los medios el popular concurso en el que se elige a la mujer más bella «por dentro y por fuera». De hecho, el Frente de Defensores del Islam, una asociación radical con especial importancia en Indonesia –el país con mayor población musulmana del mundo– obligó a la organización a trasladar la sede de la final de Yakarta a Nusa Dua, un «resort» en el sur de la isla de Bali, donde hay mayoría hindú. Pero no sólo eso: las candidatas tuvieron que sustituir el popular biquini por un bañador de una pieza acompañado por el «sarong», el tradicional pareo indonesio, durante el desfile en traje de baño, debido a la presión de las organizaciones islamistas conservadoras. La presidenta de la organización, Julia Mordey, defendió esta decisión alegando que no querían «ser irrespetuosos con Indonesia». Y es que el ulema –la autoridad legal en el Islam– había amenazado con prohibir el concurso por «incitar directamente al hedonismo, al materialismo y al consumismo» y por no ser más que «una excusa para exhibir el cuerpo de las concursantes». Durante el nombramiento de ayer se produjeron protestas, y las embajadas de Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia establecieron un dispositivo de seguridad especial, ya que temían que grupos extremistas pudieran estar preparando actos violentos para interrumpir la celebración del evento.
A pesar de todo, los altercados no llegaron a más y Megan Young, una joven de ascendencia filipina nacida en Estados Unidos hace 23 años, ganó ayer el certamen y sumó para su país de origen la victoria en este evento. La belleza, que a los 10 años se trasladó a vivir a Manila, siempre figuró entre las favoritas para llevarse la corona y se había impuesto, días antes, en el desfile de diseñadores locales, celebrado el martes pasado. Sin embargo, las estrictas normas del concurso hicieron que estuviera a punto de perder la ansiada corona al quedar descalificada después de protagonizar un sensual «topless» en una revista. A pesar de la polémica, Young, estudiante de Dirección Cinematográfica con una vasta carrera en la televisión filipina, pudo sonreír ayer mientras era elegida como la mujer más bella del mundo. Se quedó sin palabras tras su nombramiento, aunque supo parar a tiempo las lágrimas que siempre amenazan con salir en este tipo de eventos.
La transparencia no ha sido la bandera de este certamen, en el que otras concursantes han tenido también que enfrentarse a duras acusaciones. Una de ellas fue acusada de mentir sobre su edad y otra, la representante de Uzbekistán, de haberse «colado» en el certamen después de que su país de origen (musulmán) afirmara no saber quién era.
Otras seis jóvenes se quedaron a un suspiro de conseguir el ansiado título. La francesa Marine Lorphelin logró el puesto de primera dama de honor, y la ghanesa Naa Okailey quedó en tercer puesto. El sexteto principal se completó con la española Elena Ibarbia, la brasileña Sancler Frantz y la gibraltareña Maroua Kharbouch, quien entró en la final por el voto popular. A partir de ahora, la nueva Miss Mundo, que toma el relevo de la china Wen Xiayu, residirá en Londres, donde se encuentra la sede del certamen, y pasará su año de reinado visitando proyectos benéficos y obras sociales alrededor del mundo.
Un desnudo peligroso
Un día antes de hacerse con la corona, el pánico se apoderó de los incondicionales de la candidata filipina. Las fotos publicadas en marzo de 2012 en la revista «Rogge» podían hacer que la expulsasen. Una de las reglas del certamen es que las chicas no pueden haber posado desnudas y Megan Young aparecía en el reportaje sin ninguna prenda que le cubriese el torso. Parece que la ha salvado la discreción de las imágenes, en las que en ningún momento se le veían los pechos.
España, finalista 25 años después
A pesar de las incertidumbres que suscitó la desaparición del certamen Miss España, ahogado por las deudas, Miss Universe Spain –su sucesor en la elección de la representante española– ha sabido desvicularse del anterior concurso y demostrar su tino seleccionando a la candidata nacional: Elena Ibarbia (en la imagen), una vasca de 18 años y estudiante de Comunicación, que logró un gran resultado al meter a España, tras 25 años sin conseguirlo, entre las cinco finalistas de Miss Mundo. De hecho, esta circunstancia sólo se había dado en otras tres ocasiones: en 1961, con Carmen Cervera; en 1978, con Gloria Mª Valenciano; y en 1988 con Susana de la Llave.
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