San Sebastián
Los dispares nietos de Cayetana
«Soy una consecuencia total de cómo son mis padres», asegura convencida Brianda. La afirmación bien podría aplicarse al resto de sus primos. La personalidad de cada hijo de Doña Cayetana y la atmósfera particular de sus hogares han calado hondo en los más jóvenes de la Casa Alba hasta convertirlos en clones de las inquietudes y caracteres de sus progenitores. Los dos hijos de Carlos Fitz-James Stuart, Fernando y Carlos, son serios, responsables, correctos y conscientes del papel que tendrán que representar en un futuro, sobre todo Fernando, el heredero del título, considerado uno de los solteros de oro de España. Estudió Derecho, como su padre, pero no se conformó con un título y se embarcó en un grado en Marketing en el College for International Studies de Madrid, título que obtuvo el año pasado. Los de Alfonso Martínez de Irujo, de mayor edad, están vinculados al mundo de la economía, un calco de su padre, que es miembro del Instituto de Empresa. Luis y Javier son los nietos mayores de la Duquesa y los más desconocidos. Por su parte, el conde de Siruela ha transmitido a sus hijos, Jacobo y Brianda, el amor por el arte en cualquiera de sus disciplinas.
Los más pequeños de la familia también apuntan maneras: a Cayetana, la hija de Eugenia Martínez de Irujo, lo que más le seduce últimamente es pasar tiempo con sus amigos e ir de fiesta. Con 14 años, la hija de Eugenia Martínez de Irujo está en pleno periodo de cambio: mitad mujer, mitad niña. Sale de noche con sus amigas y «desfasa», como dice ella. Por las mañanas se toma un buen Cola-Cao y un sandwich de Nutella; y cuelga fotos de «tíos buenos» en su Twitter, aunque sus acercamientos al género masculino aún son tímidos. Tana ha cambiado a su ponny Pocahontas por noches de risas con sus amigos. Quizá sea este espíritu alegre y vital lo que hace que su abuela Doña Cayetana siempre se haya identificado con ella. Su última rebeldía ha sido durante una escapada a Marruecos: un tatuaje en la cadera. De henna. Por su parte, sus primos, Amina y Luis, son objetivo de los «paparazzi», siempre pendientes de que sus padres, Cayetano y Genoveva Casanova, den la noticia del año: que vuelven a estar juntos. Afirmaciones de la mexicana como «Cayetano es el hombre de mi vida» reflejan el amor que sigue sintiendo por el jinete. La pareja está cada día más unida, tanto que las Navidades pasadas las celebraron juntos y este verano acompañaron a la Duquesa a San Sebastián.
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