Mallorca

Malena Costa: «Cinco minutos de espera es mucho para un hombre»

Ser una de las «top» españolas del momento le hace vivir «al segundo y aprovechar el tiempo»

Malena Costa, con uno de los relojes de la colección «Sheen», de Casio
Malena Costa, con uno de los relojes de la colección «Sheen», de Casiolarazon

Se describe como una apasionada de su trabajo y adicta a la redes sociales. Le gusta mucho estar en contacto con sus seguidores y que ellos vean su trabajo y opinen sobre él. Además, la mallorquina se las ingenia para compaginar su ajetreada vida profesional con la personal y siempre saca tiempo para pasar con su pareja, su familia y sus amigos. En cuanto a su visión de futuro, reconoce que no piensa mucho en eso y que no le asusta lo que el destino le tenga preparado. Malena es la nueva imagen de los relojes «Sheen» de Casio pero no le preocupa el paso del tiempo: «Se trata de una gama alta de relojes muy elegantes y de mucha calidad. El que llevo puesto es de cerámica con titanio. En esta nueva gama se incluyen relojes tanto de fiesta como para el día a día».

–¿Vive su vida al minuto?

–La vivo totalmente al minuto e incluso al segundo. La verdad es que intento aprovechar todos los momentos que tengo para disfrutar y también para trabajar, ya que mi trabajo me gusta mucho. Soy de las personas que viven el presente, aunque obviamente hay que pensar un poco en el futuro, pero lo cierto es que me gusta mucho el día a día y disfrutarlo.

–¿Es puntual o de las que hace esperar?

–Me considero puntual pero mi novio dice que no... Soy puntual para el trabajo, la verdad, pero siempre que tengo una cena o algún compromiso con mi pareja salgo de casa cinco minutos tarde. Lo que pasa es que cinco minutos de espera para un hombre es mucho.

–¿Le obsesiona cómo pueda influir el paso del tiempo en su carrera?

–No me obsesiona, todo lo contrario, me ilusiona más que nada. Cada año mi trabajo ha ido a más y a mejor, y estoy ilusionada porque este año es muy bueno. Creo que van a llegar cosas también positivas. Además, estoy convencida de que los próximos irán aún mejor.

–¿Qué sintió la primera vez que se subió a una pasarela?

–Todavía me pongo un poco nerviosa cuando tengo que salir. Pero recuerdo que al principio me atacaba y cuando estaba allí detrás con todas las modelos tenía el corazón a diez mil y, además, me ponía super roja. La verdad es que lo pasaba muy mal justo antes, pero al dar el primer paso sobre la pasarela me transformaba, era como otro mundo. Pasaba muchos nervios y vergüenza pero valía la pena.

–¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?

–Los vídeos me encantan porque tengo más libertad y puedo ser yo misma. Los posados fotográficos me gustan mucho en los «shooting» –eso sí, si no son demasiadas horas–, y siempre busco la manera de quedarme con alguna imagen de recuerdo. Y, por último, la pasarela tiene un punto que me apasiona: es todo muy rápido, hay bastante adrenalina y genera sensaciones increíbles.

–¿Se siente más cómoda cuando muestra su cuerpo?

–En las fotos sí porque he hecho muchas y ya estoy acostumbrada. Obviamente, si hablamos de comodidad en cuanto a confortable, pienso que en los desfiles tenemos un poco menos... Por poner un ejemplo de ello, en una sesión fotográfica si un zapato te va grande no pasa nada porque vas a estar estática, pero en un desfile como no te vaya todo bien, las consecuencias pueden ser peores: te puedes caer, puedes tener algún accidente... Pero, si hablamos de trabajo, me siento cómoda en los dos ámbitos.

–Entre las modelos, ¿hay tanta competencia como parece?

–En mi caso no lo sé porque yo no la veo directamente, a no ser que vaya a los desfiles. En una sesión normalmente suelo estar sola, por lo que en mi trabajo compito conmigo misma. Supongo que habrá como en cualquier otra profesión aunque yo para nada intento compararme con nadie. Lo único que me interesa es cumplir mis objetivos.

–Pero tendrá alguna modelo como referente...

–Quizá no tanto como un referente, pero sí me inspiro mucho en las modelos de Victoria's Secret. Miro sus vídeos y me motivan.

–¿Qué consejo le daría a una chica que quiera dedicarse a esto?

–Lo primero: confiar en ella misma. Muchas me dicen que no se ven muy guapas o que hay otras más que ellas. Eso no tiene que ser un problema. Evidentemente, siempre las más guapas, más altas o más rubias... Sin embargo, en la moda hay un abanico muy grande de posibilidades y no siempre quieren el mismo perfil. Hay que saber explotar lo mejor que tiene cada uno.

–¿En el ámbito personal le va tan bien como en el profesional?

–Sí, la verdad es que va todo bien. Está todo muy cuadrado...

–Con un ritmo de vida tan intenso, ¿puede sacar tiempo para pasar con su pareja o sus amigos?

–Sí, siempre se puede compaginar todo. La verdad es que yo tengo semanas en las que trabajo todos los días pero luego hay otras más libres en las que aprovecho para ir a Mallorca, para estar con mi novio de relax en casa, ir al cine o pasear a mi perro.

–Para tuitear siempre encuentra hueco...

–Empecé con el Twitter y a raíz de ahí mis seguidores empezaron a preguntarme cuándo me iba a hacer uno. Eso fue hace poco más de tres años y yo en aquel entonces no tenía muy claro lo que era. Decidí probar y me abrí un blog en solitario. Ahora lo tengo en Glamour.es y, aunque parece fácil, da mucho trabajo.

–¿Cuánto tiempo puede estar sin mirar el móvil?

–Un minuto... Si lo tengo en la mano, lo miro bastante. Creo que ya es un vicio, una manía y, por inercia, siempre miro la pantalla. Es como cuando tienes un reloj y lo miras todo el tiempo aunque realmente ni te fijes en la hora.